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martes, 20 de noviembre de 2018

EL TIEMPO EN SUS MANOS

       El tiempo en sus manos, ese eras su sueño, poder dominar el tiempo, hacer con él cuanto quisiera, soñaba con adelantarlo o atrasarlo a voluntad, cada vez que le diera la gana. 

Podría ir hacia al futuro y al pasada cuanto quisiese, podría cambiar esas cagadas del pasado que todos tenemos, borraría casi de un plumazo todas esas cosas que hizo o simplemente le salieron mal, todo aquello que en su día no quiso pero tuvo que hacer, regresaría una y otra vez. 

Reviviría todos los buenos momentos que vivió, e incluso serían mejores, el primer beso, el primer amor, aquél concierto al que fue a escondidas, su primera borrachera, o la última tal vez, o simplemente esa cervecita fresquita que entraba tan bien. 

Deseaba conocer el futuro, quería saber, saber que le pasaría esa semana, y a la siguiente también, o lo que ocurriría en un año o no yendo tan lejos, en un mes. Así se mentalizaría, e incluso se anticiparía a él. Sería como Marti McFly viviendo su propio Regreso Al Futuro, controlaría el tiempo a placer. 

Poder, a eso se reducía todo, a tener poder, el poder de manejar el tiempo como un títere maneja a su marioneta, moviendo las agujas del reloj, adelante y atrás. Saldría el sol, y se pondría la luna cuando le diese la gana, sin que nadie le dijera cuando tener que acostarse o levantarse, dominaría el día y la noche, jugando con ellos como un niño que juega con su pelota.

Tendría el tiempo en sus manos.

martes, 6 de noviembre de 2018

LOBORUCITA

  ¿Y si el cuento no acabó como nos lo contaron?, ¿y si el lobo no cayó al arroyo y murió allí?. No todo es como lo cuentan...

Porque cuentan, dicen por ahí que Caperucita, tras su episodio con el malvado lobo, enloqueció, perdió la razón, e iba de casa en casa asustando y comiendo niños y abuelos, pero ¡no!, ¡no era Caperucita!, era el lobo disfrazado de ella, oculto bajo su caperuza roja, que logro sobrevivir y continuaba con sus fechorías, engañándolos con fingida voz de niña para atraparlos. 

Cansados del lobo, todos los leñadores del bosque, se reunieron y armaron con cuanto les pudiera servir de arma, y decidieron no quitarle ojo al lobo, y seguirle a donde fuera para poder atraparle. Y así lo hicieron, turnándose, le seguían a todas partes, hasta que un buen día le rodearon bosque adentro, y justo y por pura casualidad, al borde de un arroyo, otra vez. 

El lobo al verse atrapado y descubierto otra vez, se quitó la caperuza, y para ocultar el miedo que le atenazaba por verse nuevamente en aquella situación, se mostró más feroz y más hostil que nunca, aunque de poco o nada le sirvió. 

Asustado y sin pensarlo, dio la vuelta adentrándose sin darse cuenta, en el arroyo. Aquello lo aprovecharon los leñadores amenazantes con sus armas, para acabar con él, haciéndole quedar atrapado en sus aguas, de las que esta vez, se asegurarían de que no saliera con vida. 

Y así fue, el lobo pereció en el aquel implacable ataque, haciendo que tras tanto tiempo de tropelías, volviera la calma al bosque y a la vida de los leñadores.

domingo, 4 de noviembre de 2018

CIEN RELATOS CONTIGO

           Hace ya más de seis meses cumplíamos 50 Relatos Juntos, hoy, tanto tiempo después, y más de tres años también, cumplo, Cien Relatos Contigo, cien relatos, miles de líneas y de palabras, en otros tantos pensamientos y sentimientos compartidos solo contigo. Lo más intimo y profundo de mi, escrito solo para ti. 

De los cien, unos te habrán llegado más, te habrán hecho sentir y reir, o llorar y temblar, otros no, en cualquier caso, espero y deseo que en ninguno o casi ninguno, dejaras de sentir frío o calor, de ser así, logré mi propósito, el cual extiendo a los próximos cincuenta y cien más que pueda escribir. 

Estos como aquellos, no sé como saldrán, no sé si serán buenos o malos, oscuros o no, pero si sé que como entonces, saldrán unos del alma, del corazón, y por supuesto, de la imaginación, de la fantasía, esa fantasía que no dejará de tener un toque de realidad. 

No serán relatos perfectos, ni de esos grandes escritores que los medios adulan a voces, pero serán honestos, y serán nuestros, míos y tuyos, contados desde mi verdad, a mi manera, que es como creo que mejor te los puedo relatar. 

Y como entonces, no me quiero despedir sin antes poderte decir, que te estoy muy agradecido por este tiempo que me has dado, en el que me has comentado, y en el que me has leído.

Así pues nos leemos en los siguientes cincuenta y cien. Cien relatos contigo.

lunes, 29 de octubre de 2018

CUANDO CONOCÍ A MR. PERRILTON

El día que entré en sus oficinas, no sabía que tanto me depararía el día, pero al cabo del mismo, si puedo decir que fue para no perdérselo, o si. 

Me desperté con una mezcla de seguridad en mi y un leve nudo en el estómago que no dejaba de hormiguear, tanto era, que no sabía si desayunar, o pedir un café al llegar. Al llegar, me daba miedo, o al menos respeto hasta respirar, no se oía casi ningún ruido, salvo el de la chica detrás del mostrador que te recibía, te anunciaba, y cuando él daba su permiso, te decía donde ir. Y fui, subí piso tras piso en ese ascensor casi silencioso hasta llegar a su planta, y salí encontrándome el mismo silencio que hacía parecer que la vida allí se hubiera parado, y al entrar en su despacho lo parecía aún más. Mejor dicho, era como si hubiera viajado en el tiempo al pasado.

Entré en su despacho, que casi se asemejaba más a un apartamento de soltero, o uno de esos que tienes para escapar de todo. Saludé timidamente en medio de ese silencio que envuelve todo el edificio y sus alrededores, y me respondió casi a lo lejos una voz que aún se esforzaba por parecer grave y no perder su posición, pero que inevitablemente, con el paso de los años pierde fuerza. Seguí el camino por el que me parecía que había llegado esa voz hasta llegar a una sala al menos pretendía ser una mezcla de despacho y cuarto de estar, medianamente grande, luminosa y acogedora. Y allí estaba él, casi imponía tanto como la foto de sus mejores años que destacaba en aquella estantería llena de libros que probablemente nunca o casi nunca leía.

Miraba por la ventana, en silencio. Yo me paré a unos pasos de su escritorio sin decir nada, sin saber que hacer, y entonces me miró, serio, como si casi no supiera que pasaba, se acercó a su mesa y me preguntó si era quien mandaban como su asistente, Asentí, y con un gesto me invitó o me hizo sentar. Se presentó con su acento inglés, ese acento con el que te parece que te habla con un chicle en la boca, pero en el que se le entendía bien. Se presentó como Mister Perrilton o Señor Perrilton, jamás había oído un apellido así, aunque no lo cuestioné, por lo inglés que se oía, y como él decía, casi con gracia, tampoco lo había oído ni visto en otros, salvo en si mismo.

Nos pasamos el tiempo frente a frente, conociéndonos, hablando de cada cual, o más bien sometiéndome a su interrogatorio en el que me dio la sensación de que era un poco tocapelotas. Todo lo cuestionaba con escepticismo, como si ya no creyera en nada o simplemente lo hiciera por diversión, parecía ser esa clase de gente que con el tiempo pierde la fe en todo. Decidí tenerle paciencia e intentar no juzgarle tan pronto, al fin y al cabo no le conocía de verdad, y podría ser que con el tiempo dejase ver a alguien distinto.

Mister Perrilton, o el Señor Perrilton era o pretendía ser o seguir siendo el típico caballero inglés, del centro de Londres, entrado en años, delgado, casi huesudo, siempre lo fue, al que el alzheimer empezaba a memar y borrar sus recuerdos, como quien formatea un ordenador. Mi labor, en los meses que pasaríamos juntos, era, básicamente, la de ser su memoria en esos momentos de olvido, que por entonces no eran todavía muchos ni notables.

El Señor Perrilton llegó hace ya unas decadas, enamorado, pero no de una mujer, enamorado del país, de su gente y su cultura, y no fue capaz de dejarlo, por mucho que añorase su querido Londres.

Así pues, cada día iba a esa especie de despacho-apartamento, y le leía sus correos, correos que a pesar ser o pretender seguir siendo un caballero inglés, guardaba por e-mail. Se los leía, escribía y mandaba. También, varias veces a la semana, le leía el periódico, unas veces alguno local o nacional que me mandaba comprar, en el que le leía de política, otras, pocas veces y solo por que le apetecía criticar, de sociedad, y a veces, tanta como de política, le leía de deportes. Otras veces, por internet, le buscaba alguno inglés, tras traducirlo claro, no hablaba nada de inglés, ignorancia la mía que le causaba gracia, y le leía sobre lo que le acontecía por aquellos lares, que tanto tiempo llevaba ya sin ver, y que más pronto que tarde quedarían en el olvido.

Con el tiempo me tomando confianza, y con ella me dejó conocerle un poco más, aunque no por ello dejaba del todo ese lado cabroncete que le habían dado los años, o posiblemente nosotros y nuestra forma de ser. Me toleraba ciertas confianzas con él, aunque procuraba ser prudente, por lo que nunca me terminé de soltar del todo. Supongo que esas distancias y ese respeto fue el que dio pie a tenernos confianza.

Hoy, que ya no estoy con él, puedo decir que con el tiempo vi en Mister Perrilton a otra persona, al verdadero Señor Perrilton, para bien y para mal. Solo espero que en su mundo, y en el olvido en el que ya estará sumido, sea feliz, y que a ratos, aunque pequeños, se acuerde de mi, porque yo si me acuerdo de él.

jueves, 25 de octubre de 2018

DEAR JACK

        Dear Jack, o Querido Jack, así comenzaban todas sus cartas, cartas que le escribía cada semana, o a lo más tardar cada mes, cartas en las que siempre le decía acordarse de él. 

En ellas le preguntaba como estaba, que hacía, y como estaba mamá, y hablaba de él, de por que estaba allí, tan lejos de casa, por que estaba en un lugar del que no sabía si iba a volver, aunque eso en ellas no lo plasmara, y siempre le decía, aunque a veces fuese mentira, que estaba bien.

En sus cartas, siempre le contaba como él y sus compañeros ayudaban a la gente, gente que sufría y padecía, y que ellos con unos simples gestos y una sonrisa, aliviaban. Y le contaba como aquellas personas tanto se lo agradecían, como con cosas sencillas como un plato de arroz, o de sopa o tan solo un trozo de pan, sentían que les salvaban la vida. No le contaba que imágenes quedaban grabadas en su retina, que sonidos guardaría para siempre en su cabeza de aquella horrible y cruenta guerra que tanto daño en el camino dejaba, no le escribía de sus noches de frío y en vela, ni del hambre que él mismo a veces aguantaba, ni de cuantas balas y bombas a su alrededor silbaban, provocando temblores como si de terremotos se tratara, en el suelo que pisaba.

Decía acordarse mucho de él, y de su madre, de los dos, decía echarles mucho de menos, y de cuantas ganas tenía de estar con ellos, juntos los tres otra vez; le mandaba saludos de sus compañeros, a los que probablemente, nunca llegase a conocer.

Y siempre, para finalizar, le decía..."cuida de mamá, y cuidate tú también."...Dad.

viernes, 19 de octubre de 2018

LA CIUDAD DE LA FELICIDAD

   Espero a que cese la lluvia para poder salir a caminar por las calles hoy encharcadas de esta vieja ciudad, esta ciudad que la gente de hoy ve fotografiada en blanco y negro, esta ciudad que me vio nacer. 

Camino por sus calles tranquilas y a la vez llenas de vida, mirando a esa gente y esas caras de aquellos hijos y aquellos nietos de aquellos con los que pasé mi infancia y mi juventud, aquellos con los que jugé, y con los que se escapaba de la escuela para ver a las que entonces llamabamos mozas.

Caminando, me vienen a la memoria momentos y sonidos de aquellos años en los que entonces todo era más sencillo, más simple, donde toda la gente se comunicaba más entre si, donde se asociaba más. Recuerdo olores y aromas ahora perdidos de aquella que los de mi generación ya casi extinta, llamamos "la ciudad de la felicidad", felicidad por todos aquellos recuerdos de una vida que se fue y no volverá a ser, momentos de una vida a la que a la gente de hoy invitaría a vivir, una vida en fotos que recuerdo sin tanto estrés y menos autómata que la de nuestros días. 

Eran días sin televisión, días de radio hoy añeja pero familiar y hogareña que llenaba esos ratos entre chato y chato, porque chatear por aquel entonces era una actividad mucho más social que la de hoy en día, chatear era otra cosa. Eran días de periódico de papel, de periódico menos universal, sin champions y tal. 

Eran días donde como hoy, salía a caminar por las calles de mi ciudad, mi ciudad de la felicidad.

viernes, 12 de octubre de 2018

NOCHE DE VINO, DÍA DE RESACA

    Desperté, creía que aún me duraba la borrachera, miré la hora y vi que era pronto, muy pronto aún para hacer nada, los efectos de aquellas copas de vino y algo más aún me invadían, era como si cada poro de mi piel aún estuviera bebiéndolo, dejándome sumido en la embriaguez, era como estar bañado en aquel vino, buen vino. 

Tras mirar la hora y ver que había dormido menos de cinco horas, caí en que no estaba borracho todavía, era resaca, ¿resaca yo?, casi nunca me pasa, de hecho esta es la segunda vez, habiéndome emborrachado muchas más de diez, el gusto a aquella segunda botella de vino aún me duraba, como si la hubiese estado bebiendo toda la noche con la sensación de borrachera permanente. 

Con la tensión probablemente disparada, no lo sé, el cuerpo me pedía mil cosas a la vez, quería agua, chorros de agua que se llevasen ese torrente de sensaciones embriagadas, me pedía dormir, dormir más, que con el despertar tan temprano, se acentuaba más, quería dormir hasta que el más profundo de los sueños, se llevase aquella maldita resaca; también y no sé por que, me pedía azúcar, ¿será que el azúcar puede batallar con la resaca y ganarla en la pelea?, quien sabe, igual es cuestión de probar, al fin y al cabo lo peor que me puede pasar es seguir en su compañía, dejando que cada una de mis células se conviertan en gotas de vino que me recorren y me emborrachan los sentidos.

En cualquier caso decido no dormir, eso lo dejo para más tarde, optando por hacer caso a la primera petición de mis neuronas, agua, mucha agua que sustituya a todo lo demás, y así paso el día, y con su paso, la resaca se va, dejándome solo ganas de dormir más que las mantas.

Y dormiré, dormiré hasta que me embriague otra vez y vuelva la resaca.

viernes, 5 de octubre de 2018

BURBUJA

      Unos lo llamarán química, otros milagro de la vida o de la naturaleza, en cualquier caso, lo cierto es que difícil imaginar como empieza todo, como llegas casi de la nada, ni como te sientes ahí dentro. 

Es difícil imaginar si oyes y sientes todo lo que pasa aquí afuera, mientras estás ahí en tu burbuja de paz, es difícil imaginar si entiendes lo que pasa o te preguntas donde estás, es difícil si quieres estar ahí dentro, donde nadie te molesta, o quieres salir ya, es dificil imaginar si compartes sensaciones, dolores y angustias, alegrías y tristezas, es difícil imaginar si ríes o lloras al mismo tiempo que lo hace ella?. 

Es difícil imaginar a que juegas, es difícil imaginar si ahi dentro tienes hambre o pasas sed, o si ves algo ahi dentro o todo es oscuridad, es dificil imaginar que vida te pueda esperar.

Das patadas, te mueves de aquí para allá en esa burbuja que con el paso de los meses en los que te alimentas y creces, se va achicando sin que seas consciente de lo que ella contigo en cada momento siente. Siente tanto que sin tú saberlo le provocas risa y le provocas llanto.

Eres vida, vida dentro de otra,  vida que viéndote tan pequeña, eres una gran gota, vida que tanto alborota, dentro de esa burbuja que con el tiempo cae como una hoja, hoja que de las entrañas nace y brota, nace y florece, florece y crece.

miércoles, 26 de septiembre de 2018

ESTO NO ES UN ADIÓS

      A ti que sabes más de lo que aquí escribo y más de lo que se pueda leer, te digo que esto no es un adiós, porque un adiós implica un punto y final que aquí no se da, un adiós es una última página que aquí y ahora no tenemos, y no la tenemos porque esta historia, nuestra historia, tuya, mía y de todos los que nos rodean, continúa, no se acaba. 

No sé como ni cuando continuará, pero seguirá, porque así ha de ser, porque queremos, porque la vida no nos cruzó en el camino, para ahora, por capricho, tenernos que separar. 

Nos volveremos a ver, volveremos a hablar, a reír y sonreír; volveremos a dar color a la vida, a nuestras vidas, que hoy, solo hoy se tornan un tanto gris e incoloras.

Esto es solo un descanso, un paréntesis en nuestras vidas, hasta que nos volvamos a encontrar. Por todo ello te digo que esto no es un adiós, ni un final, esto, mi vida, es un hasta luego, o hasta la vista, o como quiera que se diga por allá.

Descansa y no dejes de cuidarte, porque tras este punto y aparte, no tendré que extrañarte.

jueves, 20 de septiembre de 2018

SI NO ERES TÚ

      No me vale si no eres tú, si no es tu voz la que oigo al abrir la puerta, no me vale si no es tu risa la que ríe, si esa canción no la cantas tú, porque no suena a ti, porque no es a ti a quien voy a ver, y si no te veo, nada me vale si no eres tú. 

Porque nada es igual sin ti, el tiempo no pasa ni corre igual, nada tiene el mismo sonido, ni la misma música, ni tan siquiera tiene el mismo color, nada suena igual si no eres tú, porque nada se siente igual, no hay la misma alegría, la vida no se vive igual si no eres tú con quien la puedo vivir, con quien me puedo reír, ni cantar, y en tu infinita ausencia, solo te puedo extrañar, porque sin ti nada pinta igual. 

Aunque te parezca absurdo, sin ti todo se tiñe de gris oscuro, y en esta garganta que no te puede hablar, solo hay nudos que me dejan mudo, porque ¿a quien voy a hablar si no eres tú?. 

Si no eres tú, yo no soy yo, nada en mi es igual, no tengo la misma energía, ni las mismas ganas ni alegría; si no eres tú, el sol no luce igual en este día. 

Y en la despedida, no es a ti a quien digo adios, ni hasta más ver, porque por suerte, es a ti a quien veré la próxima vez, y entonces todo cambiará, todo irá bien. 

Y entonces no te diré como son las cosas, si no eres tú.

miércoles, 12 de septiembre de 2018

LA VIDA ES BESO

     La vida es beso, y el beso es vida, es el mejor lenguaje que podemos hablar, es universal, todo el mundo lo maneja y lo sabe interpretar.

En un beso se reunen todos los sentimientos que uno puede albergar, es posiblemente la mayor muestra de todos ellos en un solo gesto, en un solo momento, así que...¿por qué no besamos más?. Deberíamos hacerlo, al menos intentarlo y probar, probablemente nos entenderíamos mejor, nos entenderíamos más, porque, ¿qué mejor muestra de cariño, de amor y hasta de perdón podemos y nos pueden dar?.

Con un beso sobran las palabras, no hace falta decir nada, no tienes nada que contar, todo se dice y todo se cuenta en ese simple y sencillo gesto, que puede ser breve o puede ser prolongado, depende de cada cual. Con él, se siente y se deja sentir todo, el tacto, el calor, los latidos..., todo va en ese beso que no necesita nada más, por mucho más que se le pueda dar.

Se puede recibir bien o se puede recibir mal, pero a casi nadie un beso le cae mal, muchos lo ansian recibir, y muchos lo anhelan dar, en cualquier caso, un beso no se puede negar, no se debe rechazar, porque a veces pocos tienes ocasión de recibir, y pocos tienes ocasión de dar.

El beso es vida y la vida es beso.

miércoles, 5 de septiembre de 2018

EL ORBE DE LOS DESEOS

     Desde su más tierna infancia, lo guardaba y custodiaba celosamente como si de su guardián se tratara, años llevaba sin separarse de él, siempre escondido a la vista de los demás, guardado cada vez en un sitio distinto, e incluso a veces lo llevaba consigo para que nadie se lo pudiera quitar.

Era su joya, su más preciado tesoro, su secreto, nada valía más, era su orbe de los deseos.

Cada noche, cuando todos ya dormían y nadie podía escuchar, sacaba aquella bola que parecía como hecha de piedra y cristal, la sacaba en la oscuridad, solo iluminada por la luna que dejaba entrar por la ventana.

No recordaba donde ni cuando la encontró, solo que desde entonces de ella no se separó, siempre juntos por cualquier rincón del mundo

Bajo la luz de la luna, brillaba como ninguna, a sus ojos tornaba mágica con aquellos colores que alegremente bailaban, colores que iban del azul aguamar, al violeta caramelo. Se le iba la noche dándole vueltas entre sus manos teñidas por la luna de aquellos colores. 

Cada noche, cuando comenzaba a brillar, le contaba sus secretos, sus confidencias como si su mejor amigo fuese, y le pedía y hasta le rogaba sus más profundos deseos, esos que a nadie más contaba, con el convencimiento de que aquella bola mágica los escuchaba y se los concedería, creyendo firmemente que al menos la mayoría se cumplirían. Era su ritual mágico de cada día.

No sabía cuanto tiempo pasaba cada noche con ella, no sabía si eran horas o minutos o simplemente segundo, ni siquiera lo miraba, era como si todo se parase en ese momento, como si el reloj no corriese y la tierra dejase de girar, no existía nada más.

Y tras contarle todas sus cosas, todos sus miedos y todos sus anhelos, se dormía abranzdo su orbe, abrazando sus deseos como quien abraza su amor más grande, con la seguridad de que nada ni nadie en este mundo iba a separarles.

martes, 28 de agosto de 2018

UNA CAMA, UN MASAJE Y ALGO MÁS

   Llamo, espero y después de unos segundos oigo pasos tras la puerta, y abre. No sabía quien sería mi cliente ni que me esperaba, y me la encuentro a ella, una mujer más que atractiva, esbelta y de gran presencia, de mirada dulce, tan dulce que parece que me quiera proteger. 

Con toda la confianza del mundo me toma de la mano y me hace pasar, cierra y me lleva con ella hasta su habitación, al entrar en ella, cierra la puerta como si quisiera que nadie nos molestase aún estando solos, ya dentro deja caer la bata dejando ante mis ojos su cuerpo desnudo, ¡y que cuerpo!, es perfecto, el cuerpo que todo hombre, y diría que mujer también, pueda desear. Es perfecto, líneas y curvas perfectas, una piel de aspecto suave, pechos grande y redondos, de pezones como garbanzos que te los quisieras comer, ¡y que culo!, redondo y grande, desearías tenerlo sentado sobre ti.

Sin dejar de alegrarme la vista con ella, se tumba en la cama, cerró los ojos y deja que yo me encargue de todo, empiezo por sus largas y finas piernas echando un suave aceite relajante que extiendo con mis manos muy suavemente, entrando en calor al tocar su piel, recorriéndolas desde los tobillos hasta sus suaves y firmes muslos y casi más allá, me excito, y noto que ella también, la veo mordiéndose los labios levemente, y casi puedo jurar que está medio húmeda. Subo por sus caderas, inesperadamente me coge de las manos y las lleva a su pelvis haciendo que la masajee, y con el masaje nos excitamos los dos, tanto que ella no puede reprimir un gemido, lo que provoca que yo tenga una fuerte erección que espero, no llegue a ver, pero es inútil, en su excitación su mano busca mi miembro y lo encuentra, y sobre los pantalones lo masajea como yo la masajeo a ella. 

En aquél masaje mutuo, ella se mueve cada vez más, tiene la respiración más agitada y eso hace que sus pechos no dejen de moverse arriba y abajo, lo que me hace sin poder evitarlo, que mis manos vaya a ellos y masajee suave pero intensamente, intensidad que acrecienta nuestra excitación.

Me mira, me mira con lujuria, con ganas de devorarme, las mismas ganas que tengo yo de ella. Se sienta mirándome como un tigre mira a su presa, sin darme tiempo a reaccionar me desabrocha el cinturón y el pantalón, lo baja haciendo mi erección todavía más evidente, y me termina de desnudar de cintura para abajo, haciendo que mi verga casi la de en la cara. Se da mi aceite en sus manos y la masajea junto a todo lo demás, y gimo de un placer infinito, sonríe divertida y acto seguido se pierde en su boca al tiempo que mis pelotas descansan en sus manos calientes y aceitosas. 

Me termino de quitar la ropa mientras ella sigue mamando mi verga y todo lo demás, estoy muy cachondo. Se levanta rozando nuestros cuerpos, nos comemos la boca, la penetro y gemimos a la par, creo que se ha oído en toda la casa, y no puedo parar, no quiero parar, pringamos la cama de aceite, la revolvemos en aquel revolcón caliente como la lava de un volcán. 

Lo hacemos de todas las maneras y posturas que puedas imaginar, es un chorreo de excitación y ganas que no podemos frenar. El masaje se ha convertido en un polvo que no queremos acabar, pero no podemos más, estamos apunto de corrernos, tanto que estamos a punto de explotar. 

Gemidos y temblores acaban con lo que iba a ser, y empezó siendo un masaje y nada más.

lunes, 20 de agosto de 2018

NO VOLVERÉ A CONFESAR

       No volveré a confesar, no volveré a decir ni a contar lo que siento por ti, cuanto me llegas a gustar y cuanto me haces volar. 

Me lo guardaré para mi, dentro de mi, donde nadie lo pueda ver y donde nadie lo pueda escuchar, solo te lo diré si se da algo entre los dos, algo que indique qué eso que nos pasa, es más que amistad, algo que indique qué al menos es o puede ser amor, entonces y solo entonces, te abriré mi alma y mi corazón. 

Porque no quiero que todo lo bueno y todo lo bonito que se pueda dar entre tú y yo, lo pueda estropear un imposible amor. 

Por lo tanto, cuando nos crucemos en el camino, cuando nos veamos, cuando nos conozcamos, no volveré a confesar todo aquello que siento, todo aquello que me llego a guardar y tragar casi sin masticar.

Procuraré guardar la distancia que dos desconocidos se han de dar, procuraré guardar la distancia que la amistad exige marcar, y el destino y el camino dirán si nos debemos acercar un poco o mucho más.

Y si me acerqué demasiado, si algo más que amistad te confesé y con ello nuestra buena amistad estropeé, perdonamé, no debí, pero fui debil y caí, no aprendí y me prendí de ti, pero si lo hice, si llegué a hacerlo, si aprendí, entonces seguro que no volveré a confesar.

miércoles, 15 de agosto de 2018

CIELO GRIS

    ¿Qué hacer cuando tienes un día o un momento lluvioso?, no se sabe, es un momento que se presenta sin más, sin avisar, sin buscarlo ni esperarlo, llega de repente como en llega en un día gris, tu cielo se encapota, se nubla cubriéndose de negros nubarrones que amenazan lluvia, la lluvia que sin poder hacer nada, brota de tus ojos, nublando por completo tu día y tu cielo, una lluvia que te encoge el corazón y te hace sentir triste y melancólico como un día lluvioso, y no lo puedes evitar. 

Notas las lágrimas que se amotonan en tus ojos queriendo salir a borbotones atropellándose unas a otras, y no puedes hacer nada por impedírselo, porque de todas formas van a salir, necesitas que salgan y por tanto se lo permites, y lloras como llora el cielo, salen dejándose caer frías, recorriéndote la cara y bajando por el cuello, y no las paras, te da igual, necesitas descargar igual que descarga la tormenta hasta que no quede ni una en tu cielo nublando, y lo haces sabiendo que detrás de estas, probablemente vengan más como vienen mas nubes por detrás, para llover más y más. 

Dejas que llueva en silencio, sin que nadie de ello se pueda percatar, sin que nadie se pueda ni se llegue a mojar, porque es tu tormenta, es tu lluvia, y con ella, solo tú te has de mojar hasta que no quede ni una nube que te haga llorar más.

Dejas que las lágrimas arrecien como arrecia la lluvia en una tarde de otoño, fría, triste y gris, así como te sientes, como lluvia de otoño, y sabes que pasará, y que probablemente mañana salga el sol, pero hoy no, hoy no es su día, ni su momento, ni el tuyo tampoco, y lo llevas como puedes, te rindes y te dejas llevar hasta que de tus nubes, no pueda llover más, y lo dejarás pasar, esperando que mañana sea un día mejor, esperando que mañana quiera salir el sol.


miércoles, 8 de agosto de 2018

NUNCA, ES DEMASIADO TIEMPO

       Nunca, es demasiado tiempo, mucho, pero tal vez, solo tal vez, jamás llegues a saber, ni siquiera a pensar cuanto de ti hay dentro de mi, todo lo que me haces sentir, pensar e imaginar. 

Es posible que nunca llegues a hacerte una idea de cuanto me provocas, de cuanto se acelera mi corazón y mi adrenalina con solo saber que te tendré cerca, con solo saber que de mi, a ratos te acuerdas. 

Tal vez nunca te diga cuanto me duele tenerte lejos y saber que algún día aún más lejos de mi estarás, tanto que será una distancia que no podré salvar, tal vez nunca sepas que tan largos se hacen los días sin ti y que cortas son las horas y que rápido pasa el tiempo estándo a tu lado, aunque nunca, es demasiado tiempo.

Posiblemente nunca te haga saber que siempre esperé una señal en la que pudiera ver que tú sentías si no lo mismo, al menos la mitad de lo que yo siento por ti, posiblemente nunca me llegues a ver ni a mirar como yo te veo y te puedo mirar a ti, y de cuanto me gusta tu risa y tu sonrisa, ni de que por lejos que estés, nunca me olvidaré de ti, aunque nunca, es demasiado tiempo.

Probablemente nunca leas que todavía te sigo esperando, como nunca imaginé quererte tanto, ni que sin necesitarte para nada, te necesite tanto, aunque problablemente nunca, es demasiado tiempo.

viernes, 3 de agosto de 2018

EL AMOR ES COSA DEL DIABLO

      El amor es cosa del diablo, y que no me digan que no. 

Piénsalo, cuando te enamoras pecas, pecas de pensamiento, de lujuria, te invaden las ganas y el deseo, cuando te enamoras eres capaz de saltarte todas las normas, todas las barreras que te encuentras, no evalúas el riesgo, no lo ves, solo ves a esa persona y todo lo que con ella quieres y ansías hacer. 

Fantaseas con esa persona, con mil y una cosas que con ella imaginas hacer, te sube la adrenalina y te sube el calor, no te importa entrar en el infierno del pecado de la carne, es más, te tiras de cabeza, porque lo quieres, porque lo deseas, claro que lo deseas, ¡y de qué manera!.

Cuando te enamoras te duermes pensando en ella, pensando en él, y al despertar la piensas también, el amor se te mete en la sangre como veneno de serpiente, te recorre como la sangre invadiendo todo tu ser, sin antídoto posible, sin nada que poder ni querer hacer, porque te gusta esa sensación, te vienes arriba, sin vértigo, sin pensar en la caída ni como pueda ser, te arriesgas a caer.

Y cuando ya es tarde, muy tarde para dar marcha atrás, cuando ya es tarde para poderlo solucionar, el diablo, en su infinita maldad, te dice una vez más que ese amor no puede ser, que es un amor imposible, que otra vez ese amor no es para ti, y se regodea en tu sufrimiento, y mete el dedo en la yaga para hacer la herida más grande, y que sangre más. Y ahí se queda, mirándote y riéndose, disfrutando de tu pesar, viendo como te hundes más y más, y en ese instante y en cierto modo te arrepientes de haberte dejado llevar.

El amor en sus manos, tan bonito al principio, acaba siendo macabro y cruel, y cuanto más lo sientes más te quema la piel, y nada te consuela, nada te sirve de remedio ni alivio, solo el tiempo que ralentiza hasta la exasperación, te puede ayudar, y mientras pasa, te toca aguantar, mientras esperas que por el camino ese amor puedas y dejándo y olvidando.

Al final piensas que el amor es cosa del diablo.


jueves, 26 de julio de 2018

Y SI UN DÍA NOS DECIMOS ADIÓS

   Y si un día nos decimos adiós, mejor que sea un hasta pronto a que sea un adiós, y aún con su tristeza, que sea emotivo y bonito, entrañable y desbordante de sentimiento. 

Que sea un adiós de película, de esos en los que suena la música, de esos en los que nos despedimos con un abrazo y con un beso. Un beso que no espero, aunque siempre lo deseo, un beso de esos que dejan buen recuerdo, un beso que no se olvida con el paso del tiempo.

Y si nos decimos adiós y no nos vemos, deseo que nos encontremos en los sueños, y en los recuerdos, y al vernos, nos sonreiremos y nos abrazaremos, y haremos de ese momento, otro bonito recuerdo que no olvidaremos, y que con el tiempo añoraremos. 

Y si un día nos decimos adiós, será con billete de vuelta, será con la promesa de volver, de regresar a esos instantes en que nuestros mundos, por un segundo, se llenan de cariño y de felicidad.

Hablaremos de ti y de mi, de ayer y de hoy, de quienes fuimos y de quienes somos, y en ese momento y en ese lugar, solo seremos tú y yo, seremos nosotros dos solos.

Si algún día nos despedimos, no diremos adiós.

miércoles, 18 de julio de 2018

TUS MANOS Y MIS MANOS

     Tus manos y mis manos, enlazadas, piel con piel, compartiendo ese momento en el que se para el tiempo, ese momento que solo es de nosotros dos, compartiendo ese calor único que nos hace complices de ese breve instante en el que nos sentimos y nos miramos como si fuéramos únicos el uno para el otro. 

Tus manos y mis manos, juntas, unidas y fundidas, sin saber de quien es cada cual, sintiéndose de manera excepcional e indescriptible, tu tacto y el mío siendo uno solo que nos llena de todo sin tener que decir nada, tres segundos que vuelan eternos, tres segundos en los que deseo con todo el calor tu piel me ha llegado a dar, se vuelva a repetir, y en el que aún siendo nuevamente por un breve instante, nos volvamos a tocar de una manera sin igual.  

Tus manos y mis manos, y nada más, solo ellas, solo tú y yo, miradas y sonrisas que se cruzan en un breve espacio de tiempo en el que no se quieren decir adiós.

Tus manos y manos queriendo más, ansiando más, luchando contra ese destino que nos quiere sabotear tanto que queremos y que nos podemos dar, tus manos y mis manos queriéndose tocar con tanta fuerza que nada en este maldito universo las pueda separar.

Tus manos y mis manos que tanto me hacen sentir y tanto me hacen soñar ese sueño que ainsío aún sabiendo que no se hará realidad, tus manos y mis manos que juntas tanto me llegan a inspirar, tus manos y mis manos, y nada más.

sábado, 14 de julio de 2018

DENTRO DE TI

Sueño con estar dentro de ti, dentro de tu cuerpo, para estar cerca de ti, para llevarte conmigo e ir contigo.

 Sueño con estar dentro de ti para ser tu pensamiento y tu imaginación, tu hambre y tu sed, para ser tu sueño.

Sueño con estar dentro de ti para ser tus ojos, sueño con estar dentro de ti para ver tu imagen en el espejo.

 Sueño con estar dentro de ti para ser tus oidos y escuchar juntos el universo. 
 

Sueño con estar dentro de ti para ser tu voz, para saborear tu boca y relamer tus labios.

Sueño con estar dentro de ti para ser tus manos y abrazarte y abrigarte en las frías noches de invierno.
Sueño con estar dentro de ti para ser tu piel, para olerla y acariciarla, para morderla y sentirla mía.


 Sueño con estar dentro de ti para ser tu corazón, tu latido en cada sentimiento, para ser la sangre que baña tu cuerpo.

Sueño con estar dentro de ti para ser el aire que respiras, y el que exhalas en cada suspiro.

Sueño con estar dentro de ti para andemos juntos el camino.

Sueño con estar dentro de ti, para ser tú, para vivir contigo.

domingo, 8 de julio de 2018

LOS BESOS, SUEÑOS SON

     Los besos, sueños son y no lo dijo Calderón de la Barca, pero como poetas los podemos soñar, soñar despiertos, soñar durmiendo, y con tus besos sueño yo, porque soñar con ellos, es a lo más que contigo puedo aspirar, pero no por ello los dejo de soñar, ni de desear.

Me imagino como sería ese beso, uno de esos en los que, por las ganas y los nervios, todo se vuelve aparatoso, por las gafas, por los cuerpos..., y en el que al final nos da la risa, y más que besarnos la boca, nos besamos la vida, porque aún sin ese beso, ya me das la vida y la alegría; ¡y cuánta vida con ese beso me darías!.

Beso que no espero, beso que sé, no llegará, mas no por ello lo voy a dejar de soñar, porque un beso de amigo, de cariño y de amor, es lo más bonito que podemos dar. Por todo ello no te voy a dejar de besar, ni en sueños, te daré besos con la vida, con cariño y con el corazón, besos sinceros con mucho amor.

Y aún sin tener el amor que deseo y con el que sueño, te beso con el cariño más intenso que un beso se pueda dar, sin nada a cambio que esperar. 

No dejaré de soñar con tus besos, aunque los besos, sueños son.

jueves, 5 de julio de 2018

AHÍ, A TU LADO

   Ahí, a tu lado, es donde quiero estar, donde quiero permanecer, porque a tu lado me siento bien, me haces sentir bien y bonito. 

Ahí, a tu lado es donde quiero que se detenga el tiempo, que no corra más, que no haya nadie más que tú y yo, que no pase nadie entre tú y yo, solo nosotros dos en un momento eterno y lento sin más sonido ni ruido que nuestras risas y nuestras voces, nada más, que ni siquiera el viento se pueda escuchar.

Ahí, a tu lado y no irme jamás, no dejarte de mirar, y sin querer evitarlo, que nuestras manos, aún siendo por un breve momento, se lleguen a rozar durante un instante que nunca llegue a terminar. 

Ahí, a tu lado es donde me quiero quedar, donde quiero que tenga lugar mi hogar, quiero que seas mi barrio y mi ciudad, mi país y mi continente allá donde quiera que no lleve la corriente, porque en ningún otro como en este puedo estar ni puedo verte.

Porque es ahí donde quiero estar, ahí, a tu lado.

lunes, 2 de julio de 2018

QUE BUENO FUE VOLVER A VERTE

     Que bueno fue volver a verte, volver a oír tu voz, tu risa...que bueno es tener otra vez tu alegría. 

Eres aire fresco, el aire fresco que necesito respirar cada día.

Como un adolescente madrugué, me ¿arreglé?, me perfumé y conforme pasaba el tiempo, con más nervios te esperé, como te digo, igual que un  adolescente cuando va a ver la chica que le gusta.

Y te oí, escuché tu voz, y sonreí, no lo pude reprimir, por fin te vi, después de un mes que me parecieron tres, te volví a ver, y aún sabiendo que puede ser pasajero, me alegro muchísimo de que así vuelva a ser. 

Eres mi sol entre las nubes, y hoy te volví a ver, despejaste mi cielo, me devolviste el color y el calor que en este tiempo sin ti me faltaban.

Ahora toca vivirlo y disfrutarlo, mientras espero y sobre todo deseo que sea largo, y que sea bueno y nos traiga muchos días y muchas cosas buenas, muchas alegrías y risas.

Y sé que este corazón adolescente que galopa con solo verte, salvo milagro, no tendrá mucho más que estos breves momentos en los que contigo poder estar, pero no lo puedo negar...que bueno fue volver a verte.

miércoles, 27 de junio de 2018

CERVEZAS, UN POLVO Y NADA MÁS

        Suenan pajarillos en mi teléfono, lo miro, un mensaje me pregunta si bajo y me animo a unas cañas en la terraza del bar; ella está, así que ¡claro que me animo!, me arreglo, me perfumo sutilmente y bajo con celeridad. Llego y rápido la veo, no la dejo de mirar, no lo puedo evitar; un saludo a todos en plan colegueo, a ella un beso y -¿qué tal estás?-, me siento casi en el lado opuesto de donde está, hablando de todo, intentando disimular.

Tras un par de cervezas algunos se van, otros ocupan sus puestos en la mesa, y otros se van a la barra del bar a pedir más, ella se levanta, la vuelvo a mirar, se sienta a mi lado, me llega el olor de su perfume, casi la puedo rozar. Después de la tercera caña no quiero beber más, me levanto, digo que se me hace tarde, que mañana tengo que trabajar, despedidas de colegueo, otro beso y nada más, cuando me voy, a unos metros del bar oigo unos zapatos que corren tras de mi, y su voz, su voz que me dice -¡espera!-, me detengo, me doy la vuelta y llega ella, la miro y no veo nada más, solo a ella, ella y su melena suelta que baila junto a su blusa holgada que me da mucho que imaginar. Me pregunta si la puedo acompañar, y la acompaño, ¿cómo no?.

Llegamos hasta la puerta de su portal, me sonríe y me da las gracias por haberla acompañado, y me dice que se lo ha pasado genial, le devuelvo la sonrisa y le contesto que -yo igual-, respuesta que inmediatamente encuentro absurda pero que ya no la puedo borrar ni cambiar, posa su mano en mi brazo, y yo hago lo propio en el suyo, dos besos más, pero no, en ese instante nuestros labios se encuentran, se rozan y se besan, un beso corto que en el fondo quiere más, y da más enlazados los dos en un abrazo. Se da la vuelta para abrir y me dice -ven-, la acompaño detrás, apenas a un metro de ella, subimos en el ascensor cogidos de la mano, estamos en su casa.

Cierra la puerta tras de mi, deja caer el bolso y nos volvemos a besar, fundidos en labios y lenguas que se devoran y buscan más; siento calor, se acelera la respiración y me provoca una erección, quiero más. 

Nos desnudamos con ansia, casi arrancándonos la ropa, dejándola en cualquier lugar. Estamos cuerpo a cuerpo, piel con piel y mucho calor, besos y caricias y la erección cada vez mayor, penetración, y gemidos que piden más, sus piernas me atrapan y me abrazan, no me dejan escapar, el sabor de sus pechos con sus pezones duros y erectos, no podemos parar. 

Mi boca camina por su cuerpo dibujando caminos con la lengua hasta saborear el néctar de su dulce flor que engullo con ansia, gime y se contonea con pasión; se levanta y ahora es ella quien me dibuja con sus labios y sus manos hasta devorar mi erección, me gusta, no, no me gusta, me apasiona y me excita mucho más, no me deja devorar, me hace cosas que me hacen sudar. 

El calor me quema mientras me devora y me masturba, y más me hace sudar, se levanta y nos comemos a besos y la penetro tanto que creo que me pierdo en su interior, la casa se llena de gemidos tan intensos que pienso que se oyen en el exterior. Nos corremos, nos corremos tanto que rebosamos de calor y pasión. 

Es tan intenso que no quiero parar, no quiero terminar, pero sé que me tengo que marchar, y sé que este momento impensable hace un par de horas, ha sido unas cervezas, un polvo y nada más.


viernes, 22 de junio de 2018

SOÑARTE

Ya es tarde, el sueño aprieta, si aguanto un poco más veo a la ciudad amanecer, con el tic tac del reloj de fondo, marcando mis pasos a las puertas del sueño una noche más en la que volveré a soñarte, que es mi único consuelo a este vacío y esta soledad en la que me tienes.  

Soñarte es lo único que me queda y que tengo para estar contigo, para estar cerca de ti.

Y me dormiré sin querer despertar para que no te deje de soñar, para no alejarme de ti un día más, un amanecer más con la misma rutina, las mismas caras que ver y no verte en ninguna, con las mismas frases hechas, y no escucharlas de tu boca. 

Tendré que aguantar un día más sin ti, sin verte ni oírte, solo pensándote e imaginándote y soñándote, que es lo que me queda para sentirte a mi lado, para sentirme cerca de ti, en este mundo ajeno a mi padecer y mi sufrir.

Me tocará escuchar a esta ciudad que sin ti me parece vacía, los pájaros me rechinarán en los oídos que no te oyen ni te escuchan, me piarán canciones que me resultarán grises y tristes y que me sobrarán, serán canciones que no querré escuchar, veré gente a la que no querré mirar, porque ninguna serás tú.

Mientras, esta noche y todas las demás dormiré para estar contigo, para sentirte y escucharte, mientras esta noche, dormiré para soñarte.

lunes, 18 de junio de 2018

ME GUSTA PENSAR QUE...

Me gusta pensar que somos amigos, e incluso más que amigos, como esos de las películas, en un mundo mágico lleno de colores, sin problemas ni preocupaciones.

Me gusta pensar que vivimos en un mundo en el que la gente no se habla a voces ni a gritos, ni discute en los bares ni en pasillos que no nos pertenecen ni son nuestros, ni pretende cambiar lo que en el otro considera que es un defecto.

Me gusta pensar que en esta vida no hace falta pedir perdón y que si lo hacemos, lo hacemos sin pensar que volveremos a fallar, que volveremos a hacerlo, y que cada vez que decimos algo, lo decimos de verdad, que somos sinceros.


Me gusta pensar que no importa si llego o llegas con retraso, ni si llevamos una o dos copas de más, porque de cualquier manera estamos bien, estamos disfrutando.

Me gusta pensar que entre nosotros no hay tormentas, y que la gente se da por todo y por nada las gracias, y que lo hace con ganas y con gracia, y que no nos rompemos los corazones a borbotones.

Me gusta pensar que siempre somos y podemos ser nosotros entre nosotros, que nos cuidamos y nos queremos sin reprimirnos, siendo tal cual, siendo nosotros mismos, con nuestra manera de ser y de querer.

lunes, 11 de junio de 2018

UNA TAZA DE CAFÉ CON LA QUE VOLVERTE A VER

    Amanece, los pájaros cantan, las nubes se levantan, la ciudad ya despertó, y llega la hora del café, ese café de aroma y de sabor intenso, de color igualmente potente, casi chocolate que calienta mis manos. 

Pienso mientras me despierto, me dejo llevar y me pierdo entre imaginaciones y recuerdos de momentos que en este breve tiempo hemos vivido y compartido, momentos que extraño y deseo volver a vivir, y miro por la ventana como esperando y espero poder verte, sabiendo que aún estando cerca no puedo tenerte, no puedo escucharte ni hablarte, no puedo verte, y te siento lejos, y me siento impotente. 

Es un día más sin ti, un día que parece una semana, y pasa la semana como si pasara un mes o un año tal vez, y sin embargo no pierdo la esperanza de al menos por un instante, volverte a ver.

Llaman a la puerta y deseo que seas tú aunque sé que no, pero lo espero, y espero oír tu risa y voz, y que me llene tu alegría, y con ella que mejore el día. Pero no eres tú.

Se cierra la puerta y tras ella no se va el vacío que dejas, y sigo notando tu ausencia, extrañando tu presencia, y así, sentado y frustrado y la vez esperanzado me quedo acabando mi café al que me quedo mirando, y pensando que tiene el mismo color que tiene tu piel, imaginando que sabe a ti, y que me llena como solo tú lo puedes hacer. 

Se acaba el café, la taza está vacía y yo también, sólo quedan los restos de ese riquísimo café manchando la taza, como se quedan tus recuerdos en mi, esparcidos por todo mi ser como si fuera la taza de café; dejaré que pase el día, otro día que pasará y que pasaré sin que te pueda ver, otro día más en el que te extrañaré y en el que te esperaré con mi taza de café, una taza de café con la que volverte a ver.

jueves, 7 de junio de 2018

¿QUÉ HAGO AHORA QUE SÉ QUE NO VAS A VOLVER?

¿Qué hago ahora que sé que no vas a volver?, no lo sé, de un momento a otro los nubarrones me hacen sombra amenazando una gran tormenta sobre mi, todo se volvió gris, el calor se volvió frío, las risas ya no suenan alegres, los colores ya no brillan a mi alrededor, y no se cuando te volveré a ver.

Mi pecho se llena de suspiros, mis ojos aguantan las lágrimas que se amontonan queriendo salir, me tiembla el pulso pensando en ti, ya no sé si todo da vueltas o soy yo quien las da, solo sé que nada volverá a su lugar, nada será igual, y aunque las cosas estén bien, nada será lo mismo si no te vuelvo a ver.

Solo me queda leerte, y oírte alguna vez, y si Dios quiere, aún siendo de lejos, que alguna vez te pueda ver, guardándome todo lo que siento y todo lo que pienso, quemándome por dentro con fuego intenso, y te extrañaré y te añoraré, y de mil y una maneras te imaginaré ignorando como realmente estés.

Me quedo en compañía de la soledad que tu ausencia me deja, un silencio frío que me penetra, me quedo en andando este camino, perdido entre mi imaginación y tus recuerdos con la esperanza y el deseo de que en él nos volvamos a cruzar y al menos durante un rato me quieras acompañar.

Sabiendo que a partir de ahora solo me esperan tu ausencia y tus recuerdos, me pregunto, ¿qué hago ahora que sé que no vas a volver?.

lunes, 4 de junio de 2018

CONTIGO SOY LA LUNA

       Cuántas cosas me han pasado desde que te conocí, cuántas sensaciones y cuántos sentimientos me han desbordado en todo este tiempo, y que rápido ha pasado todo, en apenas unas semanas que me parecen meses y meses que ni alcanzo a recordar. 
 
¡Me haces sentir tanto y con tanta intensidad!, es tanto que cualquier cosa que te diga se queda corta para podértela explicar. 

Contigo en mis pensamientos, en mi corazón y en mis entrañas, me siento como si fuera la luna en todas sus fases.

Primero me sentí como la luna nueva, invisible a ti, apenas se habían encontrado tu noche y la mía, y eclipsado por mi pasado, por mis fantasmas que aún, no lo niego, revolotean por mi cielo, hasta que con el paso de los días y de las semanas, ese eclipse ha sido menor, dándome más y más luz que me llegan y me dan calor de los rayos de tu sol.

Con el paso del tiempo, la ley de la gravedad o no se cual, hizo que nos uniésemos más, hasta que tu atmósfera y la mía han sido casi una, haciéndome sentir como la luna creciente, aún con mis sombras pero acrecentando mi luz, mis sensaciones, mis ilusiones, a mi.

Y con el paso del tiempo y de la luz me haces llegar a cuarto creciente, esa luna mitad luz, mitad sombra y oscuridad, esa oscuridad que a veces se empeña ensombrecer esa luz que solo contigo puede iluminar.

Y ahora sueño y deseo, más sé que no lo puedo esperar, que algún día llegue a ser la luna llena, y más aún, ser tu luna llena, todo luz, visible e imponente desde cualquier lugar, porque no quiero ser cuarto menguante, no quiero de nuevo estar en las sombras ni que me gane la oscuridad, una oscuridad que me llevaría casi de buen seguro a ser luna menguante, otra vez oculto entre las sombras de fantasmas ennubleciendo mi cielo.

No quiero ser luna negra, todo oscuridad en la oscuridad, invisible y oculto, y mucho menos oculto a ti.


jueves, 31 de mayo de 2018

DAHYANA, MI SIRENA, MI MUSA

         
   
    Llegaste a mi como llega el viento, sin esperarlo, sin avisar, probablemente te trajo él, o el destino por capricho, o simplemente porque sí, da igual.

Llegaste y aún sin quedarte como me gustaría que te pudieras quedar y esperando que nunca del todo te llegues a marchar, porque tú, dentro de mi siempre vas a estar, porque con tu forma de ser, con tu personalidad, con tu risa y tus vivos colores, mi corazón has llegado a alegrar.

No hace falta que te diga mucho más, bien me conoces y bien lo sabes, para ti soy un libro abierto en tus manos, solo con verme y sin abrirme eres capaz de leerme.

Mi querida Dahyana, con tu dulce aroma a frutas y licor embriagador que llega a ser cálido y fresco, me quedo, porque todo ello, toda tú te han convertido en mi musa y mi inspiración.

Cada mañana me despertaré pensando en ti, en ese momento en el que te pueda ver y oír, esperando que en ese instante el tiempo se pare, que no avance, deseando que sea eterno; cada momento lo viviré como si fuera el último y también el primero, y en mis recuerdos quedará como queda una huella en un papel.

Y al llegar la noche, ya cuando no estés aquí, pronto dormiré para soñarte y en mis sueño poder acompañarte, y dormiré para pronto poder despertar en otro amanecer en el que poderte ver otra vez.

Y así dejaré que pasen los días sin ti, para volver a estar contigo y que tu voz, tu alegría, tu sonrisa, tu color y tu calor en invierno sean mi abrigo y en verano sean mi sol.

Porque esto no es una despedida, ni un adiós, esto es un hasta pronto, muy pronto, y nos veremos y nuestras cosas nos contaremos y nos reiremos, y en los malos momentos la mano nos tenderemos, mi querida Dahyana, mi sirena, mi musa.

martes, 29 de mayo de 2018

FLOR DE LA AMISTAD, FLOR DEL AMOR

    Pasan los días, las semanas y los meses, y entre los dos todo crece, todo florece como la flor de dulce aroma y llena de vibrantes colores, que se riega y crece, crece con el tiempo, con las palabras, las miradas y las sonrisas, haciendo de la raíz de aquella primera mirada, de ese primer hola, algo que se hace más fuerte con ganas pero sin prisas.

Entre los dos va naciendo una flor, una bella flor, una flor que nace de la amistad y que, quien sabe y así es por parte de al menos uno de los dos, lleve a ese sueño idílico que todo el mundo llama amor y que en cualquier caso, se sueñe o no, es casi inexplicable, es algo que solo entiende la razón y siente el corazón. 

Lo único que es cierto y que se puede explicar, es que esa flor crece y florece, y con cada momento que pasa entre ellos, con cada palabra, con cada mirada y con cada beso lanzado al viento, es flor tiene cada día más y más color.

Verse cada mañana, es como salir ver salir el sol, es empezar cada día con una sonrisa más grande que la de la Mona Lisa llena, llena de alegría y de energía, es llenar sus corazones de colores, de sensaciones y emociones; y mientras esa flor riegan, ellos esperan, esperan ese momento que llega lento, pero llega y es en ese instante en el que todo, una vez más se entrega.

Es la flor de la amistad, que todo lo hace llegar, llenándolo de color hasta convertirse en la flor del amor.