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jueves, 31 de mayo de 2018

DAHYANA, MI SIRENA, MI MUSA

         
   
    Llegaste a mi como llega el viento, sin esperarlo, sin avisar, probablemente te trajo él, o el destino por capricho, o simplemente porque sí, da igual.

Llegaste y aún sin quedarte como me gustaría que te pudieras quedar y esperando que nunca del todo te llegues a marchar, porque tú, dentro de mi siempre vas a estar, porque con tu forma de ser, con tu personalidad, con tu risa y tus vivos colores, mi corazón has llegado a alegrar.

No hace falta que te diga mucho más, bien me conoces y bien lo sabes, para ti soy un libro abierto en tus manos, solo con verme y sin abrirme eres capaz de leerme.

Mi querida Dahyana, con tu dulce aroma a frutas y licor embriagador que llega a ser cálido y fresco, me quedo, porque todo ello, toda tú te han convertido en mi musa y mi inspiración.

Cada mañana me despertaré pensando en ti, en ese momento en el que te pueda ver y oír, esperando que en ese instante el tiempo se pare, que no avance, deseando que sea eterno; cada momento lo viviré como si fuera el último y también el primero, y en mis recuerdos quedará como queda una huella en un papel.

Y al llegar la noche, ya cuando no estés aquí, pronto dormiré para soñarte y en mis sueño poder acompañarte, y dormiré para pronto poder despertar en otro amanecer en el que poderte ver otra vez.

Y así dejaré que pasen los días sin ti, para volver a estar contigo y que tu voz, tu alegría, tu sonrisa, tu color y tu calor en invierno sean mi abrigo y en verano sean mi sol.

Porque esto no es una despedida, ni un adiós, esto es un hasta pronto, muy pronto, y nos veremos y nuestras cosas nos contaremos y nos reiremos, y en los malos momentos la mano nos tenderemos, mi querida Dahyana, mi sirena, mi musa.

martes, 29 de mayo de 2018

FLOR DE LA AMISTAD, FLOR DEL AMOR

    Pasan los días, las semanas y los meses, y entre los dos todo crece, todo florece como la flor de dulce aroma y llena de vibrantes colores, que se riega y crece, crece con el tiempo, con las palabras, las miradas y las sonrisas, haciendo de la raíz de aquella primera mirada, de ese primer hola, algo que se hace más fuerte con ganas pero sin prisas.

Entre los dos va naciendo una flor, una bella flor, una flor que nace de la amistad y que, quien sabe y así es por parte de al menos uno de los dos, lleve a ese sueño idílico que todo el mundo llama amor y que en cualquier caso, se sueñe o no, es casi inexplicable, es algo que solo entiende la razón y siente el corazón. 

Lo único que es cierto y que se puede explicar, es que esa flor crece y florece, y con cada momento que pasa entre ellos, con cada palabra, con cada mirada y con cada beso lanzado al viento, es flor tiene cada día más y más color.

Verse cada mañana, es como salir ver salir el sol, es empezar cada día con una sonrisa más grande que la de la Mona Lisa llena, llena de alegría y de energía, es llenar sus corazones de colores, de sensaciones y emociones; y mientras esa flor riegan, ellos esperan, esperan ese momento que llega lento, pero llega y es en ese instante en el que todo, una vez más se entrega.

Es la flor de la amistad, que todo lo hace llegar, llenándolo de color hasta convertirse en la flor del amor.

lunes, 28 de mayo de 2018

CRISTAL

Con ella me siento como el cristal, frágil y transparente, fácil de pasar y traspasar, tanto que creo que puede ver más allá de lo que yo pueda ver. Me deshoja, me desnuda y me desarma con tanta facilidad que siento como me escurro y me escapo de entre sus dedos, y sin embargo creo que no ha llegado hasta el final.

Es como el viento, me envuelve, me abraza y me traspasa sin que yo me llegue a enterar, me mira más allá de lo que yo pueda mostrar, mucho más allá de lo que yo pueda llegar a notar o tan siquiera imaginar.

Tiene un poder enigmático que me atrapa y me desalma las entrañas, no importa lo que yo haga o diga, da igual que imágen quiera o pueda mostrar, cualquiera de ellas será un juego en sus manos, desmontándola capa a capa, tan transparente y clara ante sí, que nada puedo hacer ni decir.

Ya no se que ve ni que piensa cuando me mira, observa tan dentro de mí que llega a ver personas que ni yo conozco, y sin embargo ella en mis manos es como el cubo de rubik, no se si algún día la llegue a conocer completa de cuerpo y alma y hasta de espíritu, desde luego tanto como ella a mi no, no lo creo, pero es imposible rendirme y resistirme ante ella, me gana.

Con y ante ella soy cristal, fino, frágil y transparente, tanto que nada queda oculto a sus ojos. No soy ningún secreto, ni enigma, ni jeroglífico que no pueda adivinar, soy una caja de sorpresas sin sorpresa, siempre abierta. 

jueves, 24 de mayo de 2018

¿CUÁNDO SE CONVIRTIÓ EN AMOR?

      De repente, un día, una persona se cruza en tu camino, por circunstancias de la vida o por capricho del destino tu vida empieza a ser parte de la suya y viceversa, se convierte en parte de tu rutina diaria y tú de la suya, os conocéis. 

Al principio es un poco extraño, os invade la desconfianza, la incertidumbre y hasta probablemente la timidez, os saludáis, habláis, y por causas de fuerza mayor os vais acercando el uno al otro más y más, rompiendo día a día esa timidez, esa desconfianza...os encontráis cada vez más agusto el uno con el otro, os abrís mutuamente, hasta que llega el día en que todo es como si os conocierais de casi toda la vida, o al menos desde hace mucho tiempo, tanto que ni recuerdas que día ni como empezó todo. 

Sencillamente pasa y fluye, y se da de tal manera que hasta te llegas a dar cuenta de que te gusta, y te gusta mucho, y no solo físicamente, te gusta todo de esa persona, como es, como se da todo entre vosotros, como te hace sentir, es todo tan bonito, se da todo tan bien que quieres más de esa persona, quieres verla ya, y tenerla cerca, oírla, olerla, tocarla y hasta besarla, estaríais juntos todo el día, sería un día que no acabase nunca, un día en el que te das cuenta de que ese sentimiento, esas ganas van a más, tanto que eso que sientes, que deseas y hasta ansías, resulta ser amor.

¿Cuándo se convirtió en amor?, no lo sabes, al menos no sabes bien como explicarlo, o si, porque es como un chispazo, un instante, un segundo en el que todo cambia, tu mundo es diferente, o al menos lo ves o quieres que sea así. Todo se transforma cobrando otra dimensión que ni por asomo te habías planteado tiempo atrás.

Quieres y hasta necesitas que esa persona sea tu nuevo camino, te lleve a un nuevo mundo con el que probablemente hayas llegado a soñar, y por soñar, sueñas a esa persona, te la imaginas y la sientes de mil maneras, la deseas.

Es un deseo que llega a ser pecaminoso de pensamiento, aunque mayor pecado sería negarte la mayor, negarte todas esas mariposas que te invaden, que te hacen sentir nervios, calor y hasta ansiedad. La adrenalina se dispara.

¿Y a partir de ahí, qué?, deseas que por su parte fuera igual, quieres contagiarle tus sentimientos y sensaciones, tus deseos, que te necesite y ansíe igual, tu corazón lo pide a gritos, gritos que callas y que casi no te puedes aguantar, pero tu cabeza dice que pares, porque sabes que por su parte, es muy posible que no todo sea igual, que donde tu sientes amor, esa persona vea solo amistad, una buena amistad.

Así pues te toca desacelerar, ir momento a momento, día a día aunque quieras volar, y sin dejar de sentirlo, de pensarlo y soñarlo, no te dejas de preguntar cuando se convirtió en amor.


lunes, 21 de mayo de 2018

EXTRAÑO Y DESEO

Extraño,

tus buenos días al despertar,

tu sonrisa en la mañana,

tu mirada que no dejo de mirar,

tu voz preguntando ¿qué tal? y que mis oídos echen a bailar,

tus historias que hago mías y me animo a escuchar,

tu caminar que mas que andar, es bailar,

 tus curvas que me alegran la vista,

te extraño a ti, siempre a ti y nada más.



Deseo,

ver amanecer porque esa es mi señal de que pronto te voy a ver,

que suene el timbre y saber que eres tú,

verte y saludarte porque solo eso va a alegrarme,

abrazarte tan fuerte que nada pueda de ti despegarme,

acariciarte muy dulce y suave y con tu piel quedarme, 

besarte y llenarme tanto de ti que te sienta en tu ausencia hasta volverte a ver,

te deseo a ti, solo a ti y nada más.

viernes, 18 de mayo de 2018

JUEGOS CALIENTES

      Llego a casa, y apenas abro la puerta, escucho su voz a lo lejos diciéndome que espere un momento, que no entre, sonrío, me asomo con la curiosidad divertida de un niño, medio sonriendo, la oscuridad es completa salvo por un agradable aroma a rosas y unos destellos tintineantes que la rompen, y entonces su voz juguetona y entre risas, me dice que entre. 

Entro rompiendo el silencio con mis pisadas en la tarima, llego al oscuro salón tan solo iluminado por camino de velas y pétalos de rosas que están por todas partes, hasta en una mesa del comedor bien preparada para una cena romántica, y hay más pétalos y velas que llevan al pasillo de las habitaciones. Hace calor, la calefacción está a tope, pero no es ese el calor que siento, es más intenso, más profundo, y no es sexual, va más allá del sexo, es un calor que me abriga, que me calma. Me siento tan agusto en casa que no puedo borrar esa sonrisilla boba de mi cara, ni siquiera lo intento, me siento bien.

El camino de velas y pétalos me lleva a todas las habitaciones en las que miro intrigado por la sorpresa que me pueda aguardar, aunque nada me espera en ellas, solo están para despistar, y llego al baño solo iluminado por más velas y más pétalos, estas aromáticas y de colores, y me paro en la puerta, y ella está ahí, en la bañera, boca abajo, desnuda, con la espalda y algo más al descubierto, y una de las velas sobre ella, con la llama bailando, disfrutando del calor del agua cubierta de espuma. Me mira y sonríe de la misma manera que la miro y sonrío yo.

Retiro la vela admirando su piel color café, dejando que mi mano la roce para sentirla, me desnudo despacio, sin prisa, tenemos todo el tiempo. Me mira y juega con la mirada, y eso me gusta, me gustan esos juegos calientes que no sé a donde me llevan pero que si sé a donde quiero que me lleven, me meto en la bañera, despacio, casi sin hacer ruido, nos rozamos levemente.

El calor me recorre desde los pies hasta la espalda, ella se sienta apoyando su espalda en mi pecho, le retiro su pelo negro, muy negro, y rizado, muy rizado hacia un lado descubriendo su cuello, la abrazo y cierro los ojos llenándome del calor de su cuerpo.

Sin poderlo evitar mis labios recorren su cuello, ella suspira de placer, me abraza y yo a ella. Con una mano en su pecho y con la otra recorriendo su cuerpo hasta su clítoris, nos excitamos y gime de placer; se da la vuelta clavando sus ojos llenos de deseo, y me besa apasionadamente, y se sienta sobre mi dejando mi cara entre sus abultados pechos, y los hago míos, jugando con ellos, con su calor entre mis manos, dejando que mi lengua juegue con sus pezones erectos que saben a sales dulces de baño.

Muy excitada, la penetro bajo el agua; jadea con la respiración agitada. Noto su vagina muy caliente sobre mi, llenándome de placer, ella se mueve más, tanto que el agua se sale; se recuesta sobre mis piernas dejando que mi boca y mi lengua jueguen con su flor latente y excitada, gime. Atrapa mi cara con sus muslos, lleva mis manos a sus enormes y suaves pechos, apretando mis manos con las suyas sobre ellos, dejándonos llevar por la pasión y la lujuria, jadeando y gimiendo de un placer que espero nadie llegue a escuchar. 

Y la vuelvo a penetrar llenándome de todo su cuerpo, su calor y excitación que a su vez me excita más, llegando los dos a un punto en que nos hace temblar, y nos quedamos abrazados, jadeantes por un orgasmo que nos cubre como agua de mar.

miércoles, 16 de mayo de 2018

QUIERO



Quiero ser lo primero que vean tus ojos al despertar, y lo último antes de soñar, el primer sonido que llegue a tus oídos, y el último que cada día alcancen a escuchar.

Quiero ser lo primero que sienta tu piel, lo primero que haga latir tu corazón, y el último que cada día te llene de emoción . 

Quiero abrazarte con el primer beso de la mañana, besarte el primer te quiero de cada día, y quererte en el último beso antes de que te quedes dormida en mi pecho.


Quiero ser la primera ráfaga de aire que llene tus pulmones, quiero ser los primeros rayos de sol que te llenen de calor; quiero ser el agua que baña tu piel de seda y que huele a miel.


 Quiero ser el consuelo en las noches de desvelo, quiero ser el suelo sobre el que caminas por la vida, quiero ser una y mil canciónes que te alegren el corazón y te llenen de emociones.

Quiero ser ese poema que te emociona y te llena.

Quiero ser el beso de buenas noches, quiero ser tu descanso y tu sueño, quiero ser tu principio y tu fin.

Quiero porque te quiero.

lunes, 14 de mayo de 2018

EL CAMINO

      Sigo el camino hacia ningún lugar, un camino donde disfrutar, gozar y compartir, un camino donde desprenderme de todo lo que traigo, y abrirme a todo, sigo un camino en el que poder reconocerme en cada paso que doy, en lo de dentro y en lo de fuera, en lo malo y en lo bueno.

Ando por un camino que se que no es perdido, seguro de manera profunda y racional dentro de lo irracional, de que cada cosa y cada persona está en su lugar, seguro de que ese miedo que siento es una ilusión cerebral para desviarme de el camino, sin ser más y sin ser menos, sin saber como eras, eres ni serás antes de llegar a este presente de futuro incierto y de un pasado por olvidar.

Hablo conmigo mismo y me repito frases y palabras en esos momento de debilidad física y emocional, que me permiten avanzar.

Recuerdo seguir vivo con cada sensación, con cada recuerdo de risas y sonrisas, con cada roce del viento en mi cara.

Subir y bajar, parar y seguir, avanzar y regresar; todo son momentos que vienen y van, unos vuelven y otros no regresarán en mucho tiempo o jamás, y con ellos voy y vuelvo entre circunstancias, entre elecciones buenas y malas. Llevo conmigo esas sensaciones que me rodean de enfado y alegría, de guerra y paz a la par en mi corazón, y que me llevan a lo que soy o tengo que ser.

Ando el camino sin lamentos por la tristeza y el dolor en mi mundo bipolar de momentos únicos e irrepetibles. Es un viaje hacia el centro de mi existencia universal.

Es el camino.

viernes, 11 de mayo de 2018

DAHYANA, LA SIRENA DE COLOR TURQUESA

  
      Dicen que llegó como traída por el cielo o el mar, nadie lo sabe, solo saben o dicen, cuentan, que llegó sin esperar, y sin saber si se quedaría o algún día, tendría que marchar.

Dicen que quien la ve, ya no la puede olvidar, no la puede dejar de pensar e incluso de desear, dicen que no es una mujer, dicen que es una sirena de color turquesa, una princesa valiente, una princesa guerrera. Dicen que es un imán que hipnotiza y atrae sin poderlo, ni quererlo evitar.

Nadie se resiste a sus ojos, a su risa ni a su sonrisa, ni su piel porcelana, la cual, si la tocas, parece que se fuera a romper y con la que cualquiera se dejaría envolver, y se perdería en las olas de sus curvas interminables, y se dejaría acariciar por el mar de sus labios, que unos dicen que son dulces, y otros que son salados.

La llamaron Dahyana. Dahyana era de aroma fresco y cálido, un aroma entre licor y frutas que embriagaba y llevaba a sueños lejanos y que el cruel despertar arrebataba, por lo que volvían cerrar los ojos y volverlos a soñar y dibujar, sintiéndolos, casi viviéndolos y tocándolos, inundándoles un calor abrasador que les desboca el corazón hasta perder la razón, erizándoles la piel, imaginándola dulce como la miel.

Como dijo Calderón de la Barca, "Los sueños, sueños son", y que no lo dejen de ser, porque soñarla, desearla e imaginarla, de ella es lo máximo que podían tener.

Sueños y deseos, imaginación al poder, de una aventura en ese mar que no podía ser.

Dahyana, la sirena de color turquesa, tormenta que va pero que siempre regresa como la marea que no deja de subir y por la que se dejarían llevar.

lunes, 7 de mayo de 2018

QUE BONITO

   Que bonito ser los mejores amigos que podamos tener, que bonito poder vivir en un mundo de colores en el que los grises y el negro solo existen en la ropa, en los complementos y en los coches.

Que bonito hablarnos sin gritos, sin discutir en cada habitación ni reprocharnos nada.

Que bonito pedirnos perdón aún por cosas banales, que bonito perdonarnos incluso a nosotros mismos por llegar tarde, por esa borrachera y ese desfase que juramos no repetir más, y todo ello aún sin arrepentirnos y sabiendo entre dientes que posiblemente volveremos a hacerlo.

Que bonito seguir aquí y ahí a pesar de todo y tras cada tormenta que luego nos trae la calma, que bonito continuar a pesar de cada corazón roto, el tuyo y el mío, el nuestro y el vuestro, y levantarnos después de haber llorado solos y juntos, porque la vida sigue y el camino continúa.

Que bonito encontrar a esa persona de toda confianza y con la que el uno con el otro podéis ser vosotros mismos, que bonito querernos e incluso amarnos, y cuidarnos sabiendo de nuestras virtudes y de nuestros defectos, de nuestras peculiaridades y nuestras locuras y hasta de nuestras manías.

Que bonito mostrarnos tal cual, así como lo hace la vida.

jueves, 3 de mayo de 2018

EL PRINCIPE SAPO

    Érase una vez un sapo que ansiaba ser príncipe, y buscaba rana fuese o no princesa y quisiera reinar con él, el sapo vivía en su pequeño palacio que no era charca, ni tampoco de cristal, pasaba los días recluido en su cama real, durmiendo un sueño eterno del que quería pero no podía despertar, esperando que el dulce beso de alguna bella dama que no necesitaba que fuese reina o princesa, ni siquiera infanta, le pudiera despertar. 

Por su reino pasaban todo tipo de damas, reinas y princesas, damas y brujas y aunque con ellas soñaba, ninguna de aquel sueño despertaba a ese sapo que más que cuerpo real, tenía cuerpo de trapo. 

Se sabía príncipe, príncipe de un reino sin corona y de un palacio de suelo que aunque no era de oro, era humilde, pero él bien sabía que si alguna su corazón le abría, este bien lo podría coronar. Pero por más príncipe que fuere, al final ninguna su corazón quiere, por más que este de amor muere. 

El príncipe sapo soñaba con una y otra dama, las soñaba en su cama y no las veía como una rana, soñaba que en su trono las sentaba y con su bastón real coronaba aquellos reinos, aunque ya no fueran tierras virgenes, , soñaba que penetraba en sus palacios cálidos y ardientes, e imaginaba oír entre gemidos sus reales himnos, himnos protegidos por las montañas de vientos jadeantes que los contoneaba. 

Y aún durmiendo, de aquellos sueños en lo que mutuamente se coronaban, despertaba en aquel sueño eterno, esperando que alguna se apiadara y besara al príncipe sapo de corazón real y cuerpo de trapo.