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lunes, 30 de abril de 2018

CUPIDO ME ODIA O EL AMOR NO ES PARA MI

    
    Cupido me odia o el amor no es para mi, y tengo razones para creerlo, y no se que le hice para que me odie. Se empeña y lo consigue, en que el amor no sea para mi, y no es que lo ande buscando, porque no creo en la busqueda del amor, por experiencia propia y ajena creo que este llega y se va sin llamar, y cuanto más se busca, más se esconde y juega con nosotros, pero cuando lo encuentro, cuando quiero y creo que puede ser para mí y lo intento, Cupido parece clavarme una flecha demoníaca y me lo quita, crea un efecto entre el amor y yo en el que nos repelemos el uno al otro y nos terminamos distanciando. 

Quiero al amor pero este no me quiere a mi y no se por que, no se que le hago, tal vez sea lo que no hago, aunque tampoco se que es, este no viene con un manual, o con un libro de instrucciones, y bien podría hacerlo, porque no lo termino de entender, ni siquiera se si empiezo a entenderlo. Si hay alguien ahí que lo entienda, que me lo explique. 

Dicen que soy bueno, muy bueno y hasta buenazo, y no digo que sea un santo, ni me lo considero ni voy con esos aires de aquí para allá, pero si puedo decir que soy respetuoso, comprensivo y sexualmente bueno, entonces ¿por qué el amor no es para mi?, ¿por qué Cupido me odia?, ¿estará resentido porque reparte y reparte y él no se queda con ninguna parte?, ¿o es que lo quiere todo para él?. Dicen que quien parte y reparte, se queda con la mejor parte, pero no deja nada para mi, y me gustaría saber por que, ¿qué hice?. Seguro que hay por el mundo corazones descorazonados que descuidan el amor, lo pisotean y maltratan, y sin embargo para ellos si hay amor, ¿es que hay que ser malo para tener una buena vida?, entonces, ¿los buenos, por qué somos buenos?, ¿qué es lo que se quiere y se pretende de nosotros?, ¿somos los que ponemos la mejilla para que nos abofeteen una y otra vez, en lugar de besarlas?.

No se que quiere la vida de mi, ni que pretende y ni que darle ya, porque por más que doy, por más que deseo y espero, al final siempre recibo lo mismo, un portazo en las nariz, y tengo buena nariz, pero no para recibir portazos. Pero si se que la vida tiene conmigo una deuda cada vez más grande, es una bola que cada día se va haciendo más grande, y digo yo que algún día la pagará, porque me la debe, porque es de justicia.

Y no quiero ser pesado, pero cuando una mujer llega a mi vida y creo que puede ser para mi, que puede ser ella, Cupido, la vida o los dos, deciden que no, que no es para mi, entonces es cuando no se que hacer ni que pensar ni esperar; dicen que es mejor no esperar nada de nada ni de nadie, pero francamente no se como se hace eso, no es mi naturaleza, yo quiero, espero y deseo, y con cada rechazo y con cada fracaso, deseo aún más, porque entiendo que es justo que yo, como cualquiera, tenga mi trozo del pastel, al menos una vez. Y si ese trozo del pastel no me gusta, quiero poder ser yo quien decida que no quiero más ni que quiero repetir, al menos me merezco tener esa opción una vez.

¿Será que Cupido es una mujer a la que le hice algo, y resentida me la guarda y se venga de mi una y otra vez?, porque creo que...

Cupido me odia o el amor no es para mi.


jueves, 26 de abril de 2018

QUEREMOS

      Queremos que todo sea más fácil, que el sol brille todo el año y poder alcanzar las estrellas para pedir muchos deseos; queremos que las personas no se vayan, queremos que se queden y sean eternas para caminar, llorar, reír con ellas y cambiar juntos los malos momentos por la buena suerte; queremos que grites que estás a mi lado, queremos caminar por caminos no andados.

Queremos que llegue el verano y que no se vaya nunca, queremos abrazarnos y hacer el amor bajo la lluvia hasta empaparnos, queremos perdonar y ser perdonado aún cuando no nos lo merezcamos, queremos arreglar problemas con besos y abrazos.

Queremos sonrisas que duren toda la semana, sonrisas que borren llantos; queremos que se nos caiga la venda de los ojos y nos tape las heridas; queremos dormir para soñar y de ese sueño no despertar si este no se hace realidad. 

Queremos música de baile y de amor, fumar juntos y que hagamos botellón.

Queremos despertar solo cuando salga el sol.

jueves, 19 de abril de 2018

CAMINEMOS

    Caminemos por las calles con la cabeza alta, sonrientes y con la mirada al frente, caminemos sin miedo a nada ni miedo a nadie, pisando fuerte y sin bajar la mirada, caminemos sin prisa, corramos, bailemos, hagamos lo que nos de la gana, gritemos, lloremos, riamos sin dar explicaciones de nada a nadie.

Caminemos valientes por la vida, echando arrestos, derrochando agallas, sin temer nuestro cuerpo desnudo, diciendo lo que pensamos y pensando lo que decimos, mirando a la cara, sin creernos mejor que nadie, sin pisar ni dejarnos pisar por nadie, siendo hijos, hermanos, padres, madres y amigos.

Caminemos siendo sinceros y amables, sin enfadarnos, siendo guapos por dentro aunque los demás no lo vean, brillando cada mañana, con inteligencia y poder, como dioses de carne y hueso, y sobre todo de ganas, conquistando el mundo con la sonrisa, con el cuerpo y el alma.

Caminemos sin miedo a la soledad y dejemos que sea nuestra mejor compañía, sin miedo al tiempo, porque con el tiempo, cuanto más mayores nos hacemos, más sabios somos y más batallas ganamos, porque de todo se aprende, caminemos felices, luchando por ser más felices cada día y en cada momento, caminemos sin dejar de ser lo que deseamos, con orgullo y osadía.

jueves, 12 de abril de 2018

ESAS PEQUEÑAS COSAS DE LA VIDA

   Hay gente que no pretende mucho, ni pide mucho, tal vez por esa costumbre no pretendida de disfrutar de las pequeñas cosas que de vez en cuando da la vida, esas que al final y sin darnos cuenta nos hacen grandes. 

Cosas como bailar a solas en esos momentos de tormenta en que las cosas no van como uno quiere, o como cantar aún cuando desafinan pero en cualquier caso disfrutan tanto que acaba por no importar, o acariciar ese pelo que se escurre entre los dedos, cenar o comer restos de hoy o de ayer, y reírse hasta que les duela la barriga y la boca aunque esa gente que les mira, piensen que están locos. 

Esas pequeñas cosas de la vida que hacen que no nos olvidemos de disfrutar para no perder esas buenas costumbres de la vida, o esas que hacen que quedemos desnudos y descalzos de cuerpo y alma, dejando todo lo que nos pesa debajo de la alfombra o detrás del sofá, ahí donde lo pueden olvidar.

Es gente que escucha canciones que les remueven los sentimientos y las emociones con letras que en lo más profundo les llena, gente que está en esa cola en la que otros se les cuela, gente que anda largos caminos con o sin compañía y con una botella en la mano, gente que deja la ropa apilada, desordenada y alborotada, que bebe de un trago esa copa de sabor amargo, que sale de noche en coche con sus gafas de sol para fingir que no ha visto a ese mirón. 

Esas pequeñas cosas de la vida que hacen que la ira y los enfados se pasen rápido con unos buenos tragos, es gente que duerme sin hora y con calcetines largos, con un beso de su madre en esa habitación donde el caos es el orden que con ellos va acorde cuando aun cuando ese caos les desborde.

Y por encima de todo esa gente disfruta de esas pequeñas cosas de la vida que a todos nos hace grandes.

jueves, 5 de abril de 2018

MUJER DE NADIE

   Saliste del baño envuelta en una fina toalla de la que debajo todo se te adivinaba toda mojada, y yo seguía en la cama con la respiración aún agitada por aquel despertar, y por la excitación que me provocó y todavía me provocaba el haber calentado a alguien como tú, alguien con la que tanto soñaba, lo que me llevaba a tener una nueva erección, aumentando mi calor; mi mente perversa me hizo levantarme y pensar que estando solos, podría follarte otra vez. 

Te escuchaba canturrear una canción mientras te arreglabas, hasta que tu voz se detuvo, no cantabas, hablabas, respondías al teléfono, era él reclamandote que no le hubieras llamado; en ese instante volví a volar, y mi lujuria me hizo salir en plena erección, pensando en pillarte por sorpresa mientras seguías hablando con él, con ese pobre idiota que mientras vocifera y te reclama, ignora que no le llamabas porque me follabas. 

Verte ahí medio mientras vestías lo que yo desnudaría, con tus insinuantes curvas más cachondo me ponías, más me excitaba pensar en la idea de penetrarte mientras discutís por una llamada. 

Me acercaba a ti, sin ruido que me delatara ni te delatara en aquella llamada, medio desnudo, descalzo y erecto me pegué a ti llenando mis manos con tus firmes pechos, haciéndote dar un brinco y un sordo grito con el que casi dejas caer el teléfono al notarme erecto entre tus calientes glúteos que no se me escaban debajo de aquella falda; a él se le oía preguntar si te pasaba algo, a lo que tú le respondiste que no, que casi tiras un jarrón que no tengo. 

Te diste la vuelta sonrojada, mirándome con cara de no me provoques, haciendo que te quisiera penetrar con más intensidad mientras te levantaba la falda y te descolocaba la blusa. 

Y no me pude aguantar, te quería volver a follar, y sobre el mueble, ahí sentada te penetré, e intentabas que no se notara que te gustaba, que te excitaba y que querías más, y te di más, te la metí hasta que sin querer cortaste la llamada, soltaste el teléfono y te aferraste más a mi, y querías más de mi calor, y yo del tuyo, de tus pechos y de tus pezones duros, erectos y calientes que casi no aguantaban ese corazón latente que galopaba y ardía. 

Y así, atrapado entre tus piernas, mujer de nadie, fuiste mía.

lunes, 2 de abril de 2018

AMOR EN SANGRE

     ¿Por qué cuando sacan sangre nadie nos mide los niveles de amor?. No entiendo por que si a todos, o a muchos, o al menos a algunos de nosotros nos rebosa, tenemos amor para dar y regalar con todo el corazón del mundo y un poco más, y sin embargo parece que a nadie, a casi nadie o solo a algunos o a muy pocos les importa cuanto podemos llegar a amar.

Seguro que si nos lo midieran, daría niveles altísimos de simpatía, de afecto, de cariño y de amor, o al menos de bilirrubina, testoterona o que sé yo, el caso es que a nadie le importa, nadie nos pregunta por el, y está ahí, rebosante, tanto que se nos cae de los poros y a nadie le importa, nadie lo ve, nadie se molesta en recogerlo y ver si le interesa, ni siquiera para devolver.

Pero lo tenemos, es amor en sangre, amor en vena que circula por todo nuestro ser, inundándonos de mariposas, de felicidad y hasta nos dibuja una sonrisa tonta cuando el viento nos trae ese amor de cara y todo va bien; cuando no es así, y son muchas las veces que no, al menos para mi, nos llena de nervios que nos recorren como hormigas, nos frustra y hasta nos duele en lo más profundo del alma, y nadie nos da un remedio para eso que llaman mal de amores.

Nadie nos da una sesión de diálisis para limpiar la sangre de ese mal de amores que tenemos que aguantar hasta perder el sueño, el hambre y la saciedad de esa impotencia de que no nos amen como nosotros llegamos a amar.

A falta de hambre, siempre tendremos amor en sangre.