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miércoles, 24 de junio de 2015

CUANDO EL SOL SALIÓ EN LA LUNA ... LA LUNA EN VELA

 
     
    Se va la noche, apenas amanece y aún sin dormir a la espera de un día que no termina de venir. Impaciente miran por la ventana sin saber que hacer, deseando que llegue esa bendita hora en la que por fin se puedan ver. Horas interminables que no pasan en un día que no comienza tras una larga noche que no llega a su fin. Una larga noche de vueltas en la cama, y vueltas a la cabeza entre pensamientos que van y vuelven en un mar de dudas. Dudas que hacer y que decir sin saber qué.

Mejor no pensar y dejarse llevar, mejor dejarlo estar y disfrutar, al fin y al cabo tenías este día marcado a fuego en el calendario desde hace tiempo y por fin llega.

-¿Qué hago?, todos duermen, todos menos yo.-, piensa móvil en mano con un nudo en su estómago cerrado.

Ambos miran el móvil sin saber el uno del otro a la espera de ver su última conexión, de ver si ha escrito algo. -Estará durmiendo.- se piensan sin saberse despiertos al alba mientras miran por la ventana la salida del sol que inicia el día que esperan con ganas. Oyen la calle, la gente despierta y sus ansias, sus ganas y su impaciencia también. Aumentan a medida que pasan las lentas e interminables horas entre lineas de internet hasta poderse ver. ¿Recuerdas la canción "Reloj no marques las horas?, ¡pues ahora maldito cabrón déjalas correr!.

Te levantas y el día echa a andar, todo empieza a rodar, las horas pasan pero no corren, pronto os vais a ver...

sábado, 13 de junio de 2015

CUANDO EL SOL SALIÓ EN LA LUNA

 
  ¿Cómo explicar lo inexplicable?. No se puede, y no es que no se sepa explicar, es que son un montón de sentimientos que con una sola palabra o una simple frase no se pueden contar. Eso es lo que pasó, muchas cosas en muy poco tiempo que no sabía de donde venían ni a donde iban. Así pasó...

Llegó una noche de invierno cualquiera, la que menos uno se pueda esperar. Así sin más, sin buscar ni querer ni llamar, como pasan las cosas buenas de la vida y de la manera más normal, a través de alguien común la conoció. Ese alguien y una foto fueron el nexo de unión, el detonante de un bonito amor. Como podrás imaginar, ninguno esperaba que llegara todo aquello a lo que la vida les llevó, pero pasó. Ninguno lo pudo evitar, ni lo busco ni lo evitó. Aquella inocente foto que mandó les unió por siempre jamás.

Pasaron los días entre líneas del chat, conociéndose poco a poco, por y con inocente curiosidad , tan inocente como la amistad los pueda dejar, preguntándose el uno al otro, curioseándose sin más, juegos mentales de atracción y seducción con los que poderse atrapar y enamorar. Así, perdidos en la percepción del tiempo llegó el nuevo año entre risas y pensamientos mutuos, queriendo saber más, más de él, más de ella, pero en sana amistad. Amistad traicionera que jugaba con ellos sin saberlo, y sin saberlo les acercaba cada día más; hasta el antes y el después que todo lo iba a cambiar, ese punto de inflexión.

De repente, ya en buena primavera y sin saber como, todo cambió, las líneas ya no eran de inocente amistad, ya no eran uno más. Empezaban a sentir, a pensar e incluso celar; la verdad de lo que sentían empezaba a aflorar, ya no lo escondían y aunque no lo contaban, tampoco lo querían guardar. Tanto así que aquel camino, aquella relación, aún en la distancia, echó a andar, todo empezaba a rodar. Besos, amor, cariños y te quieros entre líneas que tenían mucho que contar. Hasta intimidad!. Un camino sin retorno, sin vuelta atrás y sin saber ni importar donde, ni cuando, ni por qué, podría terminar.

Así fue como el sol salió en su luna y les alcanzó el verano, bonito, alegre, lleno de sol y de color, y sobre todo mucho amor.

Continuara...