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jueves, 23 de abril de 2020

UNAS LINEAS Y UNA ROSA PARA TI

En este día tan especial y en este momento y año tan extraños que no como se merece, podemos disfrutar, unas líneas y una rosa para ti, te vengo a dejar. 

Hoy aquí te vengo a escribir para que estas palabras durante este breve espacio le den a tu alma un poco de paz y sosiego, dibujándote una sonrisa que diga que en este instante eres un feliz. 

Y te regalo la rosa como señal de que esta vida a veces puede ser maravillosa, y lo puede ser si, sobre todo ahora, aprovechamos este tiempo que tenemos para asomarnos al mundo de la lectura, cualquiera que esta sea, y nos dejamos llevar por ese mundo que escrito a su manera, entre líneas y párrafos nos regala su infinita hermosura. 

Quizá no huela a rosas, o tal vez si, y llevados por la imaginación nos adentremos en un inmenso jardín, quizá con ella plantemos enormes corazones llenos de amor, grandes aventuras y emociones.  Incluso puede ser que te animes, con tus propias letras, ha abrirnos ese mundo en el que vives o anhelas, y en él te podamos ver. 

No sé si soy escritor aunque me empeñe en dejarte parrafadas enteras con mucho amor. No soy poeta, pero permíteme pedirte que hoy, sin que nadie lo sepa, me dejes tu ventana abierta. Entraré con sigilo y con el alma en vilo, porque no sé si cuando me leas, un pedacito de ti sea.

En este día tan especial, que bien pudo haber tenido nombre de mujer, te dejo con humildad y absurda sencillez unas líneas y una rosa para ti.

domingo, 19 de abril de 2020

DESPERTANDO EN MEDIO DE LA TORMENTA

Desperté, cogí el móvil entre sueños, intentando que no se me cayera, miré la hora, eran más de las 5 de la mañana, no sabía muy bien que pasaba, que coño, no tenían ni idea de que pasaba, el desague sonaba como si en cualquier momento, fruto de la presión, fuera a salir disparado, llovía a mares, parecía un castigo bíblico, como si certificase que este año apocalíptico y extraño, realmente fuese el fin del mundo. 

Ahora, recordando ese momento en el que el sueño se me rompió, literalmente de golpe, me viene a la memoria la fotografía que horas antes me mandaron con el cielo encapotado y encendido como si se fuera a romper en cualquier instante y un enorme rayo de luz fuera a caer sobre nosotros. 

No sé si este sea un fin del mundo o un fin de ciclo, o el principio de algo, no sé si haya una alineación interplanetaria que no sepamos y en la que el universo juegue con nosotros como un niño juega con una pelota en sus manos, no sé si antaño Nostradamus o cualquier otro iluminado tenía este año entre sus vaticinios y estos se estén, ahora si, cumpliendo como si se tratase de una maldición de siglos atrás, o simplemente, y sin haberme metido nada, ni haber bebido, esté flipando. 

Y ahora, vuelve a tronar.

jueves, 2 de abril de 2020

MADRID 2020: LA CIUDAD APOCALIPTICA

El 1 de Enero, cuando celebrabamos la llegada del nuevo año poco y nada podíamos imaginar de lo que este nos traería, jamás lo habríamos creído aunque nos lo hubiesen contando, habríamos pensado que sería uno de esos vaticinios de esos iluminados que luego no adivinan ni el cero, sin embargo hoy nos vemos en medio de una pesadilla real, en medio de una tormenta mundial y apocalíptica que supera cualquier película que te puedan echar. 

Hoy nos vemos confinados como sardinas en lata, en nuestras casas, saliendo lo justo y preciso, matando el tiempo con cualquier cosa, incluso lo inimaginable. Vemos nuestras calles inusualmente vacías, sin vida, viendo como esta tormenta las ha arrasado, poniendo nuestras vidas patas arriba, descolocandolas por completo, desbordándonos. Ha parado nuestras vidas hasta tal punto que es como si alguien le hubiera dado al botón del PAUSE. Y en esa pausa nos encontramos, con la incertidumbre de no saber hasta cuando durará in pass, viendo cada día en la televisión como nos dan cifras que es mejor no ver, viendo como suben y bajan, unos días más y unos menos, como si de una montaña rusa se tratara, y en la que todavía no se llega a ver la bajada que te lleve al final de este recorrido tan tormentoso. 

Vemos como se extiende y arrasa otros paises, vemos cada día se hace más grande, como conquista y domina el mundo, ignorando que a pesar de las bajas que nos deja, estamos atrincherados, preparándonos para darle batalla y ganarla. Llevará tiempo, no será fácil ni rápido, pero será, ocurrirá, llegará el día en el que la venceremos y recuperaremos nuestras vidas y nuestra ciudad. No será de golpe, pero poco a poco, paso a paso le ganaremos terreno y las calles volverán a ser nuestras. 

Madrid, como tantas otras ciudades, dejará de ser una ciudad vacía, una ciudad fantasma y apocalÍptica.