Y que es la vida sino una puta locura en la que de repente, mientras estás con los colegas, o con tu mejor amigo o amiga, sin pensartelo dos veces, decides que te vas, que os váis, que os cogéis las maletas y os piráis, e incluso sin maletas, con lo puesto y nada más. Sin previo aviso, sin despediros de nadie, sin llamar a casa, paráis un taxi y le decís al taxista que os lleve a la estación, y en le camino pensáis que estáis como una puta cabra, que todo esto es una locura, pero ¿qué es la vida sino eso una sucesión de ideas locas y actos locos?. De repente decides andar en el desorden, entre momentos y decisiones desordenadas sin un por qué. Y aunque sabes que todo eso es de locos, y en el fondo la estás cagando mucho, no te importa, no sabes por que pero te da igual, te sientes bien en el desorden y la locura y no miras atrás, no piensas hacerlo.
Llegáis a la estación y salís del taxi y os despedís del taxista que os mira con cara de estar pensando que estáis como una regadera. Entráis en la estación y ni siquiera sabéis donde vais a ir, no tenéis ni idea, puede que incluso alguien esté a tiempo de parar esta locura. Miráis destinos y decidís que os vais a ir lo más lejos posible, a tomar por culo, donde nadie sepa quienes sois, iréis allí donde podáis ser otras personas, inventaros unos nombres y unas vidas, o simplemente ser quienes sois realmente sin que ninguna realidad os reprima serlo.
Con los billetes en la mano, corréis al anden, no podéis perder ese tren a locuralandia, y aún sabiendo que todo eso que estáis haciendo es una puta locura, pero no podéis parar, si lo hacéis quedaréis como idiotas. Os subís al tren y relajáis vuestras risas y bajáis el tono en los comentarios mientras buscáis el vagón que os corresponde y quedáis en vuestro asiento, para que los demás pasajeros no piensen que sois idiotas o vais pedo, aunque vais pedo. Os sentáis y casi os ocultáis para que nadie os mire, y cuchicheáis sobre lo locos que estáis, ni siquiera sabéis donde iréis o que haréis al llegar, no conocéis a nadie allí, no sois nadie allí. Simplemente os vais. Arranca el tren, ya se mueve, ya se va. La locura se consuma, ya no podéis echaros atras, el tren parte y poco a poco dejáis todo atras, y el tren se pierde en el camino, sigue adelante en su destino igual que la vida sigue sin parar.
Como que no saben dónde van, entiendo que no han comprado billete y se han colado. Qué chiflados hijos de puta; mira que si el tren se va a la mierda...
ResponderEliminarVuelve a leerlo, verás que si los compran. A veces hay que hacer locuras, aunque todo se vaya a la mierda. Vivímos hoy, mañana no sabemos.
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