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lunes, 28 de septiembre de 2020

LA OSCURIDAD QUE LLEVABA DENTRO DE SI

No sabía como empezaron esas pesadillas, pero si se cuando. No empezó a tenerlas a raíz del accidente con el coche, ya las tenía de antes, quizá por ellas tuvo el accidente aquella tarde gris y ligeramente lluviosa, ellas le tenían distraido y casi nervioso. 
 
La noche antes del accidente tuvo el mismo sueño que hacía días se le repetía como una historia macabra de cine negro. Era un sueño extraño, extraño y desagradable. 
 
Veía la escena desde dentro de si mismo, la veía de tal manera que no sabía explicarla, y sin embargo la veía casi nitida en su mente una y otra vez, era un observador impasible dentro de su propio cuerpo. No sabía donde estaba, porque nunca estuvo en un lugar así, y sin embargo se le hacía familiar, como si hubiera estado allí antes, o siempre, era como déjà vu
 
Estaba en una especie de cloaca, sucia y humeda, tanto que prefería pensar que lo que pisaba era solo agua. Solo entraba algo de luz por una un lado y no iluminaba mucho. Había un hombre, o eso le parecía por la silueta que se dejaba adivinar por la débil luz. No le veía la cara, era como si siempre estuviera en la sombra, solo sabía que esa silueta no le era desconocida, la conocía y no sabía de qué ni de donde, pero ya se habían visto antes. Estaba a su espalda, sentía su respiración en la nuca y en el cuello cuando este le hablaba, sentía su aliento frío, tanto que se subió el cuello del abrigo, y lo cerró más entorno a si mismo para darse calor. Al depertar nunca recordaba lo que le decía el misterioso hombre que siempre tenía a su lado en las pesadillas, nunca le oía al hablar, pero si le entendía lo que decía. 
 
La imagen que tenía de él no era clara, era como si le viera en blanco y negro o a través de la niebla, tenía la sensación de que era mucho más alto que él, casi gigante, y tenía unas gafas toda de cristal o de una montura ligeramente brillante. La verdad es que no recordaba bien la conversación con ese hombre, si es que la tenía, pero siempre estaba en algún rincón de su mente, como escondida, era como si el misterioso hombre le persiguiera a distancia, ¿qué quería de él?. 
 
Solo sabía que acaba derribando al misterioso hombre en la oscuridad en un ataque de ira y hartazgo. Y le estrangulaba, le envolvía el cuello con sus manos y le clavaba las uñas con tal fuerza que le dolían las manos, y el hombre de la sombra se reía gozoso, se reía de él porque había sacado a la luz la oscuridad que llevaba dentro de si.

4 comentarios:

  1. Como si se hubiera mirado en el espejo. Desdoblamiento.

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    1. Podría ser que se viera a sí mismo en esas pesadillas. Buena interpretación.

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  2. Qué bueno. Me ha encantado. No conocía tu blog, me quedo de seguidora y te invito a que te pases por el mío si te apetece.
    Un abrazo y feliz día.

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    1. Bienvenida a mi blog, me alegra que te encantase y que te quedes. Por supuesto que me pasaré por el tuyo. Muchas gracias por tu tiempo. Un abrazo y feliz día.

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