Leí que te habías ido, y pensé que no era verdad, que era mentira, o una broma, o simplemente que la gente exageraba, o puede ser que no quisiera que fuera verdad que tu adiós era real, aunque era cierto que de un momento a otro, te fuiste de verdad.
Leí que te habías ido, y al leerlo, fue como llegar a cualquier lugar, y ver que te lo habías llevado casi todo y que no nos dejabas casi nada, tan solo los recuerdos que nos dejas de lo vivído contigo, lo bueno y lo malo, nuestras cercanías y nuestras diferencias.
Te fuiste sin avisar, sin decir adiós, ni tan siquiera darnos un por que, ni una nota o un mensaje en whatsapp, y así, sin más tu marcha me la tengo que creer, porque ya no hay nada, te lo llevaste todo, y nos dejas aquí plantados, en la puerta, fríos, casi sin mirarnos, ni saber que pensar, ni que decirnos.
Sabíamos que estabas mal, que había grandes piedras en el camino, y como supimos, o como pudimos, tratamos de andarlo contigo, pero no fueron suficiente las manos tendidas para sostenerte, y aún así no debiste haberte ido, y menos sin decir adiós, y ni tan siquiera darnos un motivo.
Ya que tu marcha no tiene vuelta a atras, solo un buen viaje te podemos desear, esperando que tengas mejor vida allá donde estés llegando, mientras en esta, siempre te estaremos recordando, así como tú a nosotros, nos recordarás.
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