Adelanto mi post semanal por un pensamiento que me asaltó y no me deja de dar vueltas, un pensamiento sobre las curiosidades de la vida, y es que sin comerlo ni beberlo, sin buscarlo, toda mi vida, desde la niñez, ha estado ligada a los extranjeros. No lo entiendas como una crítica, ni algo negativo, ni lo es, ni lo fue, todo lo contrario, siempre y no se explicarte por qué, los extranjeros y personas de otras razas me han aportado más cosas positivas que muchos de mi raza y nacionalidad, simplemente es una curiosidad.
Toda mi vida, desde prácticamente mis primeros años de EGB, en los que durante varios cursos compartí clase y momentos con Laila, Eduardo, Omar...todos ellos con raíces marroquíes, luego por un breve espacio de tiempo llegó Gonzálo, un argentino y su padre que por el trabajo de este último y el cual no se si llegó a contar o no, pero que igualmente no recuerdo, y que iban de aquí para allá, también llegó Elena, de Venezuela, y Joshua de California y que estuvo en mis últimos años de esa extinta EGB, y alguna de la República Dominicana, y un iraní cuyo nombre ahora no recuerdo pero del que si te puedo decir que me llevaba muy bien con él y algún o alguna asiática que vagamente recuerdo de aquellos años, y creo que no me dejo a nadie de aquella época, si no es así, que me disculpe, han pasado muchos años desde entonces.
Después y tras un paréntesis de un par de años sin extranjeros en mi vida, estos volvieron a estar en mi camino, primero un señor iraní muy educado ya entrado en años y que siempre saludaba y sonreía, también uno de Ecuador que empinaba bastante el codo, pero que más allá de eso, jamás dio problema alguno, y un peruano a quien después de esa etapa le perdí la pista y del que creo que acabó por cuestiones familiares en Valencia.
Y ya en estos últimos años, y con quien en este casi último año he tenido un gran acercamiento, acrecentando mis sentimientos hacia ella, mi cariño y el afecto enorme que le tengo, mi mejor amiga, mi querida y adorada hermana boliviana; y en el último mes un pequeño grupo de venezolanos, entre ellos a mi princesa guerrera, mi princesa turquesa, a los que veo diaria pero brevemente.
Como ves, siempre he tenido algún tipo de conexión con ellos, también y hasta hace unos tres años, por viajes por Europa, Holanda, Irlanda, Austria, Portugal, Francia, Italia, Bélgica..., y me pregunto si estar tan ligado a los extranjeros a lo largo de mi vida es una señal que se repite constantemente y que no llego a ver ni entender, o simplemente es que es y tiene que ser así, sin más y sin mensaje que interpretar, pero que casi me hace parecer un representante de la ONU, jaja.
¿Será que mi futuro también está conectado al extranjero?. La vida dirá.