La felicidad vive ahí, al lado de la culpa, al lado del peligro, al lado del miedo.
Es frágil, en cualquier momento, sus tres compañeros con los que hace frontera, la pueden hacer saltar y romper, cualquiera de ellos, la pueden hacer efímera como una estrella fugaz, su eternidad puede durar un momento, pero no por ello, se deja de disfrutar, ni se deja escapar.
Si pasa, la tienes que agarrar, cogerla al vuelo, fuerte, y no dejarla ir, tienes que hacerla tuya, y que sea plena, y más que plena, inmensa, aunque esa inmensidad no sea eterna.
La felicidad está ahí para hacerle frente a la culpa, al peligro y al miedo, es como la Cenicienta y sus hermanastras, es la luz ante esas tres nubes negras que siempre, más o menos cerca, están ahí, acechándonos, esperándonos como depredadores a su presa.
Es el sol, que aunque escondido detrás de las nubes, u oculto por el manto de la noche, siempre está, siempre sale a despejar nuestros cielos, y darnos luz y calor, a calmar nuestros mares tras la tormenta. La felicidad, nos saca del ahogo, permitiéndonos respirar, son alas que nos hacen volar hacia la paz.
La felicidad vive ahí, al lado de la culpa, al lado del peligro, al lado del miedo, pero también, junto a nosotros, a nuestro lado.
Muy buen post! te invito a que me sigas en el mio!
ResponderEliminarGracias!, igualmente, te invito a seguirme.
Eliminar¡Toda la razón del mundo! :)
ResponderEliminarTodos tenemos que buscar nuestra felicidad ^^
¡Buen post! *-*
Y vivirla plenamente cuando llega.
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