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miércoles, 26 de septiembre de 2018

ESTO NO ES UN ADIÓS

      A ti que sabes más de lo que aquí escribo y más de lo que se pueda leer, te digo que esto no es un adiós, porque un adiós implica un punto y final que aquí no se da, un adiós es una última página que aquí y ahora no tenemos, y no la tenemos porque esta historia, nuestra historia, tuya, mía y de todos los que nos rodean, continúa, no se acaba. 

No sé como ni cuando continuará, pero seguirá, porque así ha de ser, porque queremos, porque la vida no nos cruzó en el camino, para ahora, por capricho, tenernos que separar. 

Nos volveremos a ver, volveremos a hablar, a reír y sonreír; volveremos a dar color a la vida, a nuestras vidas, que hoy, solo hoy se tornan un tanto gris e incoloras.

Esto es solo un descanso, un paréntesis en nuestras vidas, hasta que nos volvamos a encontrar. Por todo ello te digo que esto no es un adiós, ni un final, esto, mi vida, es un hasta luego, o hasta la vista, o como quiera que se diga por allá.

Descansa y no dejes de cuidarte, porque tras este punto y aparte, no tendré que extrañarte.

jueves, 20 de septiembre de 2018

SI NO ERES TÚ

      No me vale si no eres tú, si no es tu voz la que oigo al abrir la puerta, no me vale si no es tu risa la que ríe, si esa canción no la cantas tú, porque no suena a ti, porque no es a ti a quien voy a ver, y si no te veo, nada me vale si no eres tú. 

Porque nada es igual sin ti, el tiempo no pasa ni corre igual, nada tiene el mismo sonido, ni la misma música, ni tan siquiera tiene el mismo color, nada suena igual si no eres tú, porque nada se siente igual, no hay la misma alegría, la vida no se vive igual si no eres tú con quien la puedo vivir, con quien me puedo reír, ni cantar, y en tu infinita ausencia, solo te puedo extrañar, porque sin ti nada pinta igual. 

Aunque te parezca absurdo, sin ti todo se tiñe de gris oscuro, y en esta garganta que no te puede hablar, solo hay nudos que me dejan mudo, porque ¿a quien voy a hablar si no eres tú?. 

Si no eres tú, yo no soy yo, nada en mi es igual, no tengo la misma energía, ni las mismas ganas ni alegría; si no eres tú, el sol no luce igual en este día. 

Y en la despedida, no es a ti a quien digo adios, ni hasta más ver, porque por suerte, es a ti a quien veré la próxima vez, y entonces todo cambiará, todo irá bien. 

Y entonces no te diré como son las cosas, si no eres tú.

miércoles, 12 de septiembre de 2018

LA VIDA ES BESO

     La vida es beso, y el beso es vida, es el mejor lenguaje que podemos hablar, es universal, todo el mundo lo maneja y lo sabe interpretar.

En un beso se reunen todos los sentimientos que uno puede albergar, es posiblemente la mayor muestra de todos ellos en un solo gesto, en un solo momento, así que...¿por qué no besamos más?. Deberíamos hacerlo, al menos intentarlo y probar, probablemente nos entenderíamos mejor, nos entenderíamos más, porque, ¿qué mejor muestra de cariño, de amor y hasta de perdón podemos y nos pueden dar?.

Con un beso sobran las palabras, no hace falta decir nada, no tienes nada que contar, todo se dice y todo se cuenta en ese simple y sencillo gesto, que puede ser breve o puede ser prolongado, depende de cada cual. Con él, se siente y se deja sentir todo, el tacto, el calor, los latidos..., todo va en ese beso que no necesita nada más, por mucho más que se le pueda dar.

Se puede recibir bien o se puede recibir mal, pero a casi nadie un beso le cae mal, muchos lo ansian recibir, y muchos lo anhelan dar, en cualquier caso, un beso no se puede negar, no se debe rechazar, porque a veces pocos tienes ocasión de recibir, y pocos tienes ocasión de dar.

El beso es vida y la vida es beso.

miércoles, 5 de septiembre de 2018

EL ORBE DE LOS DESEOS

     Desde su más tierna infancia, lo guardaba y custodiaba celosamente como si de su guardián se tratara, años llevaba sin separarse de él, siempre escondido a la vista de los demás, guardado cada vez en un sitio distinto, e incluso a veces lo llevaba consigo para que nadie se lo pudiera quitar.

Era su joya, su más preciado tesoro, su secreto, nada valía más, era su orbe de los deseos.

Cada noche, cuando todos ya dormían y nadie podía escuchar, sacaba aquella bola que parecía como hecha de piedra y cristal, la sacaba en la oscuridad, solo iluminada por la luna que dejaba entrar por la ventana.

No recordaba donde ni cuando la encontró, solo que desde entonces de ella no se separó, siempre juntos por cualquier rincón del mundo

Bajo la luz de la luna, brillaba como ninguna, a sus ojos tornaba mágica con aquellos colores que alegremente bailaban, colores que iban del azul aguamar, al violeta caramelo. Se le iba la noche dándole vueltas entre sus manos teñidas por la luna de aquellos colores. 

Cada noche, cuando comenzaba a brillar, le contaba sus secretos, sus confidencias como si su mejor amigo fuese, y le pedía y hasta le rogaba sus más profundos deseos, esos que a nadie más contaba, con el convencimiento de que aquella bola mágica los escuchaba y se los concedería, creyendo firmemente que al menos la mayoría se cumplirían. Era su ritual mágico de cada día.

No sabía cuanto tiempo pasaba cada noche con ella, no sabía si eran horas o minutos o simplemente segundo, ni siquiera lo miraba, era como si todo se parase en ese momento, como si el reloj no corriese y la tierra dejase de girar, no existía nada más.

Y tras contarle todas sus cosas, todos sus miedos y todos sus anhelos, se dormía abranzdo su orbe, abrazando sus deseos como quien abraza su amor más grande, con la seguridad de que nada ni nadie en este mundo iba a separarles.