No sabes el deseo reprimido que tengo por tomarte por la espalda, rodear tu cintura y recorrerla lentamente con mis manos hasta llegar a tus latidos entre tus palpitantes pechos, suaves y cálidos, sudorosos entre mis manos sedientas de ti. Nuestros cuerpos desnudos, pegados, con ansía de tomarse mutuamente, erección latente entre mis piernas, rígida y caliente entre gemidos y sudor. Tu boca y la mía devorándose.
Hambre de mi entre tus piernas, néctar de tu flor empapándolas entre mis dedos que te buscan. Tus pezones y mi lengua jugando, bailando, los chupo y bebo de ellos como un vampiro bebe de la sangre de su victima, te entregas a mi desatando tu deseo reprimido. Tus piernas y las mías, enlazadas, atrapadas entre sí, se buscan, se quieren. Tu territorio y el mío marcados el uno por el otro, mi polla entre tus bragas mojadas, deseo de sexo reprimido que se rompe, gemidos de liberación.
Empotrados contra la pared, vaivén de sudor y abrazos, arriba y abajo, se desean más. No pueden parar. Respiración agitada, ardientes los dos, deseo reprimido de más, de mucho más. Tus manos entre mis piernas me atrapan, no me dejan escapar, tu boca me devora ahí abajo, mi polla hasta la garganta, mis dientes apretados reprimen un gemido que casi duele; tu lengua crece hasta mis pelotas, les da vida, arden en ella, quieres todo de mi. Follamos hasta sangrar, sin piedad, coito salvaje rompiendo el deseo hasta entonces reprimido.
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