A veces sentía que no era el momento de contar nada, o simplemente no tenía qué, o no tenía ganas de hacerlo, como si me faltase el apetito de escribir, que no de tí, de quien a pesar de que no tengas noticias mías, no te olvido. Más bien es todo lo contrario, en esos momentos de vacío era como si aún a pesar de todo estuvieras conmigo y sin escribirte, supieras que me estaba ocurriendo, o donde estaba, y con quien, era como si te lo estuviese contando todo en ese preciso instante, como si te lo mandase el viento, cual whatsapp, y lo recibieras todo al instante.
Sin embargo, y tampoco sé decirte por qué, no es así, hoy me llegaron las palabras que no quise dejar pasar, y por eso mismo, hoy me siento frente a ti. No sé si sea la inspiración que me extrañase y haya vuelto conmigo, si es así espero que sea para quedarse, sino, quien sabe cuando volvamos a vernos y a contarnos historias, quien sabe cuando tenga algo que contar, aunque pensándolo bien, ahora mismo tampoco es que tenga nada nuevo que contar. Tal vez esto lo haya traído el verano, y con el calor, todavía no siento muy veraniego, se me haya calentado la sangre y esta haya vuelto al lugar de donde se fue para poder escribirte. Posiblemente te merezcas más que un simple espacio en blanco lleno de líneas que no cuentan nada, seguro que te mereces más, al menos una llamada, o mejor aún, una quedada de las de antes, una cita sin amor para comer, o para comernos, o al menos tomar algo en la terraza de cualquier café y que con toda probabilidad me cuentes más tú a mi de ti, que yo a ti de mi. Quizá poco importe todo esto y lo más importante sea volvernos a ver, o que menos que volvernos a leer, volver a llenar nuestros espacios de líneas que nos lluevan sin mojarnos, y bajo esa lluvia volver a sentirnos como nos sentíamos antes, y así volver a desearnos y a extrañarnos. Puede que para eso haya servido este tiempo, para echarnos de menos querernos volver a ver o a leernos otra vez.
De todo esto solo sé una cosa, hace tiempo que no te escribo.
No hace falta que te justifiques, hombre. Las musas a veces se van de fiesta y tardan en volver.
ResponderEliminarGracias! El cuerpo me pedía escribirlo, pero es bueno saberlo. A ver si a la próxima que las musas se vayan de fiesta, me llevan con ellas.
EliminarLa inspiración es muy veleta, va y viene, viene y se va. Pero siempre acaba regresando de nuevo. Bienvenidas tus letras.
ResponderEliminarAsí, juega con nosotros a su voluntad. Gracias por el comentario.
EliminarCreo que es un gran logro retomar algo que disfrutamos, espero que la inspiración se quede y dé más frutos. Saludos!
ResponderEliminarEso espero yo también, y si no se queda, espero que vuelva pronto. Gracias por el comentario. Saludos!
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